Lidiar con perros nerviosos o con miedo a la estética canina puede ser un desafío, pero con las estrategias adecuadas, es posible proporcionar una experiencia positiva.
Alma Ruiz, Estilista canino profesional.
Aquí te decimos cómo les llegamos a los clientes más complejos, a quienes debemos proteger del estrés, de la agresión o del miedo a la estética canina:
Por la nariz
El uso de aceites esenciales puede ayudar a reducir la ansiedad, así como los sprays de feromonas en los espacios de resguardo de los perros e instar a que el personal lo use, manteniéndolo siempre a la mano en la mesa de trabajo.
Por el soborno
Premiar al perro con golosinas si las acepta también puede ser útil, proporcionando un refuerzo positivo durante el proceso. Pero para aquellos perros que no aceptan premios, es crucial elevar el nivel de paciencia.
Por el cariño
Si el nivel de nerviosismo del perro aumenta, es mejor manejar la situación entre dos personas en lugar de intentar economizar personal. Este enfoque permite que uno de los miembros del equipo se concentre en calmar y asegurar al perro mientras el otro realiza el trabajo. Acariciar al perro y permitir que uno de los miembros del equipo lo cargue mientras el otro le corta el pelo puede ser una técnica efectiva para reducir el estrés y mantener al perro más calmado.
Es importante que los tutores entiendan que a veces el resultado no será perfecto, pero el bienestar del perro está por encima de la estética
Por el oído
Si el perro no tolera bien la máquina cortapelos, debemos priorizar el uso de tijeras. En caso de tener que usar la máquina, hacerlo lo más rápido posible y solo en las áreas estrictamente necesarias.
Por la logística
Finalmente, programar citas en horarios más holgados, al principio o al final del día, puede ser de mucha ayuda para evitar la presencia de demasiados perros al mismo tiempo. Extra tip: Disminuye el tiempo en espera, llega a tiempo por él.
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