¿Quién se queda con ellos? 5 Puntos a considerar al separarme

Ellos son parte de nuestras familias modernas y dependen 100 % de nosotros. Considéralos antes de sacar tus maletas.

Dra. Claudia Edwards
Mtra. Yadira Aideé Huerta Reyes

La posibilidad de una separación o un divorcio siempre existe, y aunque no es algo que se desee, debemos estar preparados. Platicar con tu familia sobre estos temas garantizará el bienestar de los miembros de cuatro patas.

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¿Cómo demostrar a quién pertenecen?

En nuestra codificación civil, la naturaleza jurídica que se le otorga a los animales es la de bienes, y en el caso concreto de un animal de compañía, en principio debe quedarse con quien demuestre la propiedad del mismo, lo cual se acredita a través de la correspondiente factura o nota de compra (si el animal se obtuvo por compra-venta) o con el carnet de vacunación (para el caso de que fuera una donación o adopción) a nombre de quien reclama al animal o si está registrado ante alguna institución por ejemplo, la Agencia de Atención a los Animales de la CDMX.

Violencia Intrafamiliar

Para el caso de que antes y durante del divorcio o separación existan actos de violencia intrafamiliar entre los divorciantes, es muy probable que también exista maltrato hacia el animal de compañía, por lo que levantar una denuncia de maltrato y/o violencia ante la autoridad competente (Juez Familiar o Ministerio Público) para proteger tanto a la parte violentada como al animal, es de suma importancia.

Separación Voluntaria

Para el supuesto de que el divorcio sea de mutuo acuerdo, decidir con quién se queda el animal de compañía, debe ser en atención a bienestar del mismo, con base en los siguientes parámetros:

  • A. Con quién está más apegado el animal puede ser una buena manera de comenzar la decisión. Los perros o gatos pueden buscar más constantemente la presencia o aprobación de una de las dos partes.
  • B. Considerar que estar cerca de su figura de apego es más importante para un perro que una casa grande o un jardín.
  • C. Buscar ayuda de un etólogo sería de mucha utilidad para la transición.

Sabemos que el divorcio va a significar en ocasiones un territorio nuevo al cual adaptarse y con rutinas nuevas, además es probable que haya momentos de tensión en la casa y esto afecta también a los animales.

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Tenencia compartida

Lo más recomendable cuando existe una separación es que ambas partes puedan seguir en el cuidado del animal de compañía (cada uno por su lado) pero con acuerdo en todo lo relacionado en el bienestar del animal. El que el animal de compañía pase unos días con una persona y otros con otra es lo más conveniente en general, pero para algunos, puede ser un factor de estrés extra.

En el caso de los gatos, si no están acostumbrados a salir, puede ser contraproducente, por lo que salvo ciertas excepciones, esta solución se aplica para los perros.

Buscar asesoría profesional con un abogado familiar y un etólogo, puede ser de mucha ayuda.

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Indiferencia o imposibilidad

¿Qué pasa si nadie quiere o puede llevarse al animal de compañía? ¡Es terrible! Muchas de las veces cuando las personas se separan y se cambian de domicilio, los animales no son bienvenidos en la nueva casa, por lo que las personas deciden darlos en adopción, o en el peor de los casos sacrificarlos, decisión que por supuesto nunca será una solución aceptable. Además que de existir menores de edad en la familia, la inexistencia de sus animales de compañía, puede llegar a acarrear repercusiones psicológicas adicionales a la separación de sus progenitores.

Más bien, lo recomendable es comprometerse a buscarle un hogar, esterilizarlo, tratar de seleccionar una familia que no lo vaya a abandonar, firmar un convenio de adopción y dar seguimiento a su vida los próximos años.

Es lo menos que se puede hacer por este miembro de la familia tan vulnerable que ha dependido 100 % de ti durante toda su vida.

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