Muchos juegos y bromas se hacen sobre qué piensan los gatos. La mayoría como si hablara un jefe de la mafia, un genio, un superdotado o un soberbio.
Isabel Martínez y Paco Colmenares, Los Editores
Pensamos lo que dirían si pudieran armar frases e ideas como nosotros, o filosofar tanto sobre el mundo como algunos humanos lo hacemos.
Si bien es cierto que comprenden palabras por memoria y asociación, no hablan un idioma, no uno como el nuestro. Y ese es su truco.
No hablan uno.
Los gatos parecen reservarse cada nueva cosa en su ser, para cuando es muy necesario, para cuando verdaderamente tenga sentido utilizarlo.
Los perros ladran y aúllan desde antes de evolucionar, mientras los gatos han usado el silencio como una herramienta a su favor.
Los humanos estandarizamos nuestras casas y nuestras sociedades, mientras los gatos se adaptaron a rincones de cualquier estilo, y a roles en diversas formas de familia.
Tienen un as bajo la manga, siempre.
Ahora hablan, platican, ladran incluso. Ahora agarran cosas, están aprendiendo a usar aparatos electrónicos, manejar robots y comprenden el funcionamiento de los sensores de movimiento.
Estamos por cruzar la frontera de una nueva era, ¿qué piensan los gatos?
El punto es saber si tramitaste tu visa, o no.
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