El Hipertiroidismo Felino (glándula tiroides hiperactiva) es una alteración común en gatos de edad avanzada. Es provocada por un aumento en la producción de hormonas tiroideas desde la glándula tiroides, la cual está situada en el cuello.
Los signos clínicos asociados con este padecimiento pueden ser bastante dramáticos; sin embargo, la mayoría de los casos son tratables y pueden recuperarse completamente con la detección oportuna y el tratamiento correcto.
Las hormonas tiroideas tienen un papel muy importante en el control de procesos metabólicos y por ello en el nivel de actividad general del gato, por lo que aquellos que padecen hipertiroidismo tienden a quemar la energía muy rápido y con ello perder peso a pesar del aumento de apetito y la ingesta de alimentos.
\”Se estima que más del 10% de los gatos geriátricos van a desarrollarla\”.
Signos que debemos considerar
Comúnmente el hipertiroidismo se observa en gatos de edad media –avanzada, raramente en gatos menores a los 7 años. Afecta tanto a gatos machos como hembras con la misma frecuencia y no existe evidencia de mayor padecimiento de hipertiroidismo por razas, aunque existen algunas evidencias que presentan menor incidencia en gatos siameses.
El cuadro de signos clínicos se incrementa conforme avanza la enfermedad. Como esta enfermedad ocurre principalmente en gatos mayores, algunos gatos tendrán otras enfermedades concomitantes que enmascaran algunos de los síntomas, por lo que se debe estar muy atento.
Los signos clínicos del Hipertiroidismo Felino son:
- Pérdida de peso, a pesar de un aumento en el apetito.
- Aumento en la sed (polidipsia).
- Incremento de irritabilidad, inquietud e incluso hiperactividad.
- Taquicardia.
- Pelo opaco y descuidado.
- Posible diarrea de leve a moderada y /o vómitos.
- Pueden presentar intolerancia al calor y buscan sitios templados para acostarse
- En casos muy avanzados, pueden mostrar debilidad generalizada, letargia y pérdida de apetito.
\”El Hipertiroidismo Felino es la enfermedad endocrina más frecuente en gatos\”.
Atiende a tiempo a tu gato
Si tu gato cumple con el anterior cuadro de síntomas, debes acudir con tu Médico Veterinario, el cual realizará un examen físico minucioso y algunas pruebas sanguíneas para confirmar el diagnóstico.
En la mayoría de los casos el diagnóstico se confirma tras las pruebas sanguíneas generales y endócrinas. Además, un chequeo rutinario de sangre y orina cada 3 a 6 meses es recomendado para estar pendientes de enfermedades concurrentes que se puedan presentar (como enfermedad renal).
Una vez confirmada la enfermedad, tu Médico Veterinario te presentará las opciones para el control de la misma.
Opciones de tratamiento
Hay tres opciones bien establecidas para el tratamiento del Hipertiroidismo Felino:
- Tratamiento Quirúrgico: Tiroidectomía quirúrgica para eliminar el tejido tiroideo con función alterada.
- Tratamiento con Yodo Radioactivo: Terapia con yodo radioactivo para destruir el tejido tiroideo con función alterada.
- Tratamiento Médico: para inhibir de forma reversible la síntesis de hormonas tiroideas.
Para el tratamiento médico, Felimazole (Tiamazol) es un medicamento con amplias ventajas para tu gato; ya que permite tomar el control de la enfermedad gracias a que:
- Inhibe de forma reversible la peroxidasa tiroidea para controlar la producción excesiva de T3 y T4.
- Indicado para el tratamiento a largo plazo, la estabilización antes de la tiroidectomía o de terapia con yodo radioactivo.
- Comprimidos pequeños, diseñados para una fácil administración.
- Dos presentaciones bien diferenciadas: 2.5 mg. y 5 mg.
Gracias a pequeños pasos concretos, puedes dar un paso gigante para recuperar el equilibrio de tu minino.