¿Por qué no debe tomar agua encharcada?

La temporada de lluvia llegó y con ella el aumento de algunas enfermedades que son de gran importancia en la medicina veterinaria. Un buen ejemplo es la leptospirosis.

Mvz. Samantha Hay-Parker, Technical Advisor Boehringer Ingelheim Animal Health

La leptospirosis es una enfermedad producida por una bacteria del género Leptospira. Esta bacteria se elimina por la orina de los animales infectados: ratas, ratones, perros, algunos animales de granja y algunas especies de fauna silvestre. La transmisión sucede cuando un animal sano tiene contacto con la bacteria – principalmente vía oral- eliminada por la orina de un animal infectado. Es común que éste contacto se dé por consumo de aguas encharcadas.

Signos de leptospirosis

Un perro que enferma de leptospirosis puede presentar diversos signos que no son muy específicos, como vómito, fiebre, ictericia (su piel y mucosas se tornan de amarillos), anorexia (dejar de comer) y decaimiento. Al no tener signos específicos se complica el diagnóstico, lo que pone en riesgo la vida del perro conforme pasan los días sin tratamiento, y peor aún, pone en riesgo a la familia debido a que la leptospirosis es una enfermedad zoonótica, es decir, que se transmite de animales a humanos. Otro problema en el diagnóstico es que algunos pacientes pueden ser portadores asintomáticos (que no presentan signos) pero son capaces de transmitir la enfermedad a otros animales o a los humanos.

La forma grave de la enfermedad se da cuando los riñones o el hígado del perro se ven afectados y dejan de funcionar correctamente, lo que lleva a un deterioro progresivo que podría terminar con la muerte de la mascota. El estado del paciente al momento del diagnóstico es fundamental. Dependiendo de esto, la recuperación puede ser total, parcial con secuelas o no recuperarse.

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Prevenir antes de sufrir

La buena noticia es que hablamos de una enfermedad que se puede prevenir; los perros se vacunan contra Leptospira. De hecho, se puede vacunar hasta para cuatro diferentes variedades de la bacteria. Lo importante es vacunar cada año sin pasar más de dos meses de retraso en su refuerzo anual. Si ya pasaron más de dos meses de la fecha en la que tocaba su refuerzo anual, es importante que su médico le aplique una vacuna seguida de un refuerzo entre dos y cuatro semanas posteriores a la primera dosis, con el fin de que el perro quede correctamente protegido por todo ese próximo año.

Por supuesto es importante no exponer a las macotas a la enfermedad, y eso lo podemos lograr evitando que tome agua encharcada al sacarlas a pasear y siendo cuidadosos con la comida y agua de nuestro perro para que no sean contaminadas a través de la orina de los roedores.

La medicina preventiva es un recurso que debemos adaptar a nuestras vidas y a la de nuestras mascotas. Curar una enfermedad siempre será más costoso en términos físicos, emocionales, económicos y de tiempo. El consejo es, no procrastinar las visitas a los médicos con ningún miembro de la familia.

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