Se sabe muy poco sobre el porqué las mascotas comen hierba y pasto, pero te podemos explicar las consecuencias de esta verde costumbre.
MVZ Samantha Hay-Parker, Technical Advisor Boehringer Ingelheim Animal Health
Se cree que es un comportamiento que no ha evolucionado de sus antecesores los cánidos y félidos silvestres que, de igual manera, lo hacen sin que se sepa a ciencia cierta el sentido de esta conducta.
Mascotas sanas y enfermas
Se han dado a conocer diversas hipótesis, y la creencia más común indica que la mayoría de las ocasiones en las que los perros y gatos comen plantas es porque presentan algún tipo de malestar gastrointestinal, y que la ingestión de material vegetal les permite provocarse el vómito a los pocos minutos, la famosa “purga”.
Después de algunas investigaciones, se ha mencionado que comer pasto, es un comportamiento común en los perros y gatos normales y sanos, que no está relacionado con alguna enfermedad y que, en la mayoría de los casos, no vomitan después de la ingesta.
Al parecer, es necesario que se sigan realizando más estudios al respecto para poder entender esta conducta, ya que los científicos están convencidos de que la ingesta de material vegetal por parte de los perros y gatos, probablemente tenga un propósito biológico que aún no se ha esclarecido del todo.
Las enfermedades gastrointestinales en perros y gatos son zoonóticas, es decir, nosotros también podemos contagiarnos.
¿Me debo preocupar?
A pesar de que no ha sido posible relacionar un problema de salud de las mascotas con el consumo de pasto, es importante mencionar que existen varios riesgos asociados a esta conducta como la intoxicación por pesticidas o fertilizantes, la intoxicación por consumo de plantas tóxicas mezcladas con el pasto y por último y no menos importante, el consumo de huevos de parásitos que pondrán no sólo en riesgo la salud de nuestra mascota sino también la de nuestra familia.
Esto último se debe a que un gran número de parásitos que infestan a los animales de compañía, también lo pueden hacer a los humanos, y gracias al contacto cercano que tenemos con ellos, somos un blanco fácil.
Si nuestro perro o gato es un ferviente herbívoro degustador de las praderas y nos es muy difícil controlar este verde hábito, tendremos que tomar medidas con relación a los protocolos de desparasitación.
Algunos riesgos son: intoxicación por pesticidas o fertilizantes, consumo de plantas tóxicas mezcladas en el pasto e ingesta de parásitos gastrointestinales.
Cómo protegerlo
Primero que nada, debemos informar al Médico Veterinario sobre la afición vegetariana de nuestra mascota porque es posible que tenga que tomar decisiones sobre la periodicidad de la desparasitación, así como el medicamento que se le administre a nuestro perro o gato. Hábitos como este y otros factores que aumenten los riesgos de parasitosis hacen a las mascotas candidatos perfectos para la desparasitación mensual.
El objetivo de un protocolo mensual es evitar que los huevos de parásitos que ingieran a través del pasto y las plantas, logren desarrollarse, reproducirse, poner huevos e infestar nuestro hogar. Al haber una infestación interespecie (de animales a humanos) será más difícil de erradicar y por ende, requerirá de un largo periodo y otros medios de desinfección que incluyen a Médicos Especialistas humanos.