Perros como regalo, una forma de ayudar a los refugios

Chema Prida Digital + Marketing

¿Cómo será el regalo ideal para las próximas fechas navideñas? Este, a mi forma de ver la vida, va con mucho amor. Es mostrar cuánto te importa la persona que lo recibe.

¿Esa forma de demostrar amor, es en forma de un perro? No necesariamente. Comprendamos algo: no es lo mismo regalar algo material a una vida. Lo segundo requiere buena conciencia sobre la responsabilidad que significa cuidar de ella los próximos (mínimo) 10 años. No será ‘eterno’ el cachorro. Necesita cuidados, educación, guía, paciencia y tiempo para convivir, es un miembro más de la familia.

El perro es un ser que vive alegría, tristeza, ansiedad, depresión, felicidad, amor, etc. La forma en la que lleve sus emociones depende, en mayor parte, de su familia humana.

¿El perro es un regalo esperado? Es la mejor situación para considerarlo. En teoría quien lo espera está consciente de lo escrito arriba, preparado para darle amor y cuidado toda su vida. Aún así, es nuestra responsabilidad considerar el regalo, más allá del cariño que tengamos por la persona. Seamos objetivos en la decisión: no es un regalo material, es una vida.

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Habiendo escrito lo anterior…

‘Decidí regalar un perro porque quiero mucho a la persona, le encantan y sé que es responsable para cuidarlo’ Por mi parte, de forma clara y responsable, sugiero: Adopta un perro. Se preguntarán ¿Por? ¿Dónde comienzo? So, les propongo algo: ubiquen un ‘albergue de adopción’ y visítenlo. Vean a los perros y las personas que los cuidan. Observen, interactúen, pregunten.

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¿Por qué adoptar?

¿Una razón personal? El perro es un ser vivo (lo sabemos) que crece con la manada, cuya fortaleza está en la familia y que destaca por su lealtad hacia el ser humano. Los ‘albergues de adopción’ tienen muchos que están ávidos y necesitados de apapacho. ¿La raza importa? El carácter y la relación con él pesa más. La raza es importante por sus características / fortalezas físicas, comenzando por saber si buscas uno grande o pequeño. Hasta ahí. Lo relevante, para decidir el perro que vendrá a casa, es la interacción que buscas y la dinámica que tendrán. ¿Vivirá en departamento o casa?

¿Caminatas cortas o largas? ¿Dónde dormirá? ¿Cuáles espacios tendrá disponibles? ¿Comprarlo? Soy un romántico, por ello pienso: el amor no se compra, se adopta. Además, cómo seres humanos, tenemos la oportunidad social para apoyarnos mutuamente y, una forma de hacerlo, es adoptar un perro en alguno de los albergues que existen en tu ciudad. La Navidad es una oportunidad para compartir, significa reunirnos con quienes más queremos y abrazarlos con todo el amor posible.

Una parte importante es el regalo. Lo damos por apapacho. Si es un perro, será porque la persona lo ha pedido. Amor dando amor para los años que vienen.

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