Antes de la llegada de los españoles en el siglo XV, ya había perros en el continente y en México, algunos se extinguieron, pero otros siguen entre nosotros.
Según la Federación Canófila Mexicana, existen tres razas de perros mexicanos que aún podemos apreciar en nuestro país: el xoloitzcuintle, el chihuahua y el calupoh.
Razas mexicanas extintas
Se calcula que el perro llegó a México hace unos 8 mil años y se convirtió, como en otras partes del mundo, en la especie animal más cercana al hombre. Sola basta ver su presencia en rituales y actividades económicas. En la época prehispánica existieron al menos 5 razas de caninos, como el perro maya, del que solo podemos saber por la información resguardada.
El techichi es un ancestro del chihuahua, que también está extinto. Su apariencia era muy parecida a los ejemplares de la raza actual, pero con un pelaje más largo y una columna más alargada. Era un compañero de las familias y se le consideraba un animal espiritual por la cultura tolteca. Lo podemos encontrar en figuras de arcilla.
Perros mexicanos que aún existen
Chihuahua
El chihuahua tiene como ancestro al techichi. Esta raza es la más pequeña del mundo y recibe su nombre en honor al estado de Chihuahua, sitio donde habitaban en estado salvaje.
Es el can mexicano más conocido en el mundo. Se han descubierto similitudes genéticas con los perros miniatura chinos y también se le ha detectado una relación con un antepasado del zorro fenec, originario de África y Arabia.
Xoloitzcuintle
Este perro fue de caza para los nativos de América Central y Sudamérica. Eran muy solicitados por los pueblos originales al creer que guiaban a la persona recién fallecida en su camino hacia la tierra de los muertos, o el Mictlán. Gracias este perrito, el alma podría sortear los obstáculos y llegar a su descanso.
Se dice que el dios Xólotl lo creó y eso significa su nombre. Eran animales sagrados y considerados un regalo de Dios. No tienen casi pelo, aunque existen variedades con zonas peludas.
Calupoh
El calupoh es una raza mexicana poco conocida. Se han encontrado vestigios de este animal en Teotihuacan, donde se considera surgió hace mil 700 años de la cruza entre lobos y perros que compartían un mismo territorio.
Al ser un híbrido, tiene una carga de simbolismos del perro y el lobo: la fertilidad y la guerra. Es ágil, dinámico y adaptable, además la raza mexicana más grande.