Hospital Veterinario UNAM-Banfield
Se entiende como “celo” al momento en el que las hembras manifiestan conductas que indican a los demás individuos de su especie que se encuentran en un periodo fértil. Si pensamos en una cachorra, la vulva es apenas evidente debajo de la región perineal y, conforme se aproxima la pubertad, ésta aumenta de tamaño y es más visible. Días después expulsará una secreción sanguinolenta por un periodo que va de los 9 a los 40 días, pero lo más común es que sean aproximadamente 20.
Después de que termina este periodo de sangrado pasarán entre 4 y 6 meses para que la perra manifieste de nuevo esta conducta reproductiva, o como se le conoce comúnmente, entre en celo de nuevo.
Durante el celo son más activas, juguetonas y buscan mayor contacto físico. También ladran y orinan con mayor frecuencia, pudiendo hacerlo en lugares que habitualmente no.
¿Qué puedo hacer?
• Llevar un registro del inicio y final del sangrado, así como el de intervalo entre cada celo.
• Verificar que el sangrado siempre sea de color rojizo. Cualquier cambio en esta secreción amerita una revisión médica.
• Acabando el ciclo, considera esterilizarla. Esto disminuye la probabilidad de tumores mamarios, infecciones uterinas y cachorros no deseados.
¿Qué no debo hacer?
• Impedir el lamido constante de la región. Esta es una conducta típica de su higiene.
• Programar su esterilización durante el periodo de sangrado.
• Demorar la consulta médica en caso de notar un sangrado mayor a 40 días, de un color diferente al de la sangre o ante un cambio de actitud desfavorable posterior, como si estuviera triste. Cualquiera de estos signos sugiere una infección en el aparato reproductor o Piometra, una enfermedad silenciosa que pone en riesgo su vida y es 100 % prevenible.
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