Organizando espacios PET

Organizar sus cosas de manera adecuada te ayudará a tener a la mano todo lo que necesites en cualquier momento.

Ma. Isabel Oyuky Martínez, V. M. Esp. Negocios Veterinarios

Cada miembro de la familia tiene sus lugares destinados a guardar cosas personales, un clóset, un cajón, un mueble en especial. Pues nuestros amigos peludos también deben tener en orden sus cosas para así, evitar accidentes o en caso de emergencia, saber dónde buscar.

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Juguetes

Ningún juguete es irrompible, pero hay unos más frágiles que otros. Al comprarlos siempre revisa que sean para perros y/o gatos, y aunque la marca o la tienda te digan que lo son, verifica que no tengan plástico o piezas que pueden terminar en su estómago causando obstrucción y una cirugía de emergencia.

Dependiendo el tamaño de tus peludos, la edad y qué tan inquietos sean, es importante saber cuáles corren más peligro. Así bien, los juguetes que le gusten pero que no sean tan resistentes o que veas que ya están por romperse, guárdalos lejos de su alcance y sólo dáselos cuando estés al pendiente de ellos, así evitarás accidentes. Los que sean grandes, de una sola pieza y sin riesgo, puede dejárselos a libre acceso, incluso cuando no estás en casa.

Los peluches se ensucian con facilidad o pueden almacenar mucho polvo. Lávalos frecuentemente, siempre con jabón neutro y enjuágalos muy bien para evitar intoxicación o irritación en su hocico.

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Medicinas

Algunos de los medicamentos que te recetó el Médico Veterinario de cabecera te habrás dado cuenta que son parecidos a los de los humanos y esto es porque en ciertos casos sí compartimos principios activos, aunque las dosis sean muy diferentes, pero recuerda que algunos pueden llegar a ser mortales para ellos.

Nunca almacenes sus medicamentos con los de uso humano. Incluso si en casa tienes más de una especie como animal de compañía deberás separarlos para evitar confusiones. Etiquetarlos o ponerles en la caja para qué son y las dosis que te recetaron, te ayudará a que sea más fácil identificarlos y recordarlos a la hora de informar al Médico Veterinario cómo se llevó a cabo la medicación en casa durante el tratamiento.

Sus medicamentos nunca deben estar junto a los medicamentos exclusivos de uso humano.

Recuerda que los medicamentos en suspensión, deben almacenarse siempre en el refrigerador y aunque te sobre líquido al término del tratamiento, después de 14 días, deberás desecharlos; así mismo con los que ya estén caducos. En farmacias de uso humano hay contenderos especiales para deshacerte de las medicinas que ya no necesitas, nunca las tires a la basura o en el wc.

Aunque tenga los mismos síntomas aparentes y anteriormente te hayan recetado cierto medicamento, nunca automediques, ya que no sabes si es el mismo padecimiento, las mismas causas o la misma dosis recomendada.

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Comida

Un bulto de alimento siempre será más económico entre más grande sea la presentación, es decir, por kilo te sale más barato comprar uno de 10 a uno de 3 kilos.

Esto suena muy bien si tienes más de un perro o gato en casa o bien si el perro es de talla mediana, grande o gigante. Sin embargo, si tienes uno de talla mini o chica, el riesgo de que el alimento pierda su frescura es muy alto. Evita lo anterior almacenándolo de forma correcta.

Si el empaque tiene cierre hermético, sólo verifica cerrarlo bien cada que lo abras, si no, consigue un contenedor de plástico con tapa que te permita aislarlo del polvo, la humedad y el calor, y el resto puedes dejarlo en el empaque original, bien cerrado y en un lugar fuera del alcance de tus peludos y donde las condiciones ambientales no lo dañen.

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Casa, ventanas y muebles

Si bien no necesitas tirar tu casa y rehacerla cuando la familia crece, si es importante reacomodar algunas cosas que corran peligro o que pongan en peligro a tus peludos. Si es recién llegado o acabas de mudarte, tómate unos días para observar qué cosas le llaman la atención y poner manos a la obra en ello.

Cualquier adorno, plantas, floreros, objetos como controles, celulares o llaves, siempre deben estar fuera de su alcance. Dejar alimento humano u objetos pequeños como pastillas, joyería, etc., es un llamado al peligro. Hazte el hábito de alejarlos de su vista, sobre todo, cuando se quedan solos o no estás en la misma habitación que ellos.

Algo que puede facilitarte mucho la vida es la restricción de espacios. Ayúdate de las puertas de protección para bebés para impedirles el paso hacia las habitaciones que no quieras que tengan acceso, ya sea de manera temporal como la cocina mientras tienes la estufa prendida, o permanente como el baño o el garaje.

Recuerda que son como niños, curiosos y no miden el peligro, organizar tu espacio y tu vida en torno a sus necesidades, es una forma de demostrarles tu amor

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