Si encontramos un gatito abandonado tan chiquito que aún es lactante, ¿qué podemos hacer? ¿Cómo alimentarlo?
Desde hace mucho tiempo, existen diversas marcas y presentaciones de alimentos procesados especiales para gatos, siendo muy populares y conocidos los secos y los húmedos, sin embargo, están formulados para cuando el gatito ya es capaz de comer solo, es decir, cuando ya no es un lactante.
Los cachorros deben comer al menos 6 veces al día, esto es cada 3 o 4 horas.
Al rescate de los pequeños
Una de las razones por las cuales debemos hacernos cargo de esta etapa puede ser por rescate, algún accidente con la madre donde ella ya no esté para alimentarlos, o bien, que simplemente no quiera alimentarlos por conducta o por falta de nutrientes que le permitan tener la leche suficiente para toda la camada.
Sin duda, el caso más frecuente es el primero. Encontrar una camada de gatitos en situación de abandono, feralidad o al borde de la muerte; en una bolsa de plástico en la calle, en un terreno baldío o en alguna guarida improvisada en un rincón.
Lo primero que hay que hacer es asegurarse que la mamá no esté cerca, para evitar una agresión natural por defender a sus crías. Una vez resuelto esto, lo siguiente es ponerlos a salvo, llevarlos al médico veterinario más cercano o de confianza y en el camino, comenzar a alimentarlos para evitar hipotermia, hipoglucemia o muerte por falta de nutrientes.
Deberás llevarlos al médico veterinario para verificar su estado de salud e iniciar su monitoreo general.
Leche materna
Actualmente en el mercado existen varios sustitutos de leche materna, que es una enorme ventaja para estos casos de emergencia para los cachorros de gatos. Dependiendo la marca y presentación, puede funcionar para perros también.
Estos sustitutos de leche, a diferencia de las leches de vaca comerciales, están formulados con necesidades específicas de especie, por lo que no sólo son nutrientes y grasas genéricas que, si bien los pueden ayudar a sobrevivir, les estarán dejando con muchas carencias y causándoles varios problemas digestivos a corto y largo plazo.
Se venden por lo general en polvo y se reconstituyen con agua tibia. De ahí, sólo necesitas una jeringa sin aguja, o una mamila, que en la mayoría de las presentaciones vienen incluidas y estás listo, ¡a alimentar a esos pequeños mininos cada 3 o 4 horas!