Agresión por la comida.
MVZ. Verónica Reed Mejía, Veterinarios de la Conducta
¿Tu perro te gruñe cuando te acercas a su comida o cuando te aproximas a su juguete interactivo?
Quizás como conducta indeseable o problemática tu perro está protegiendo sus recursos (en este caso el alimento, ya sea servido en su plato, servido sobre el suelo, dentro de su juguete o como sea) opta por comportarse agresivo si alguien amenaza con quitárselo.
Es natural, pero…
Y es que la agresividad es una conducta natural, adaptativa y de supervivencia en los perros. Son la intensidad, la frecuencia, los escenarios y sus contextos en los que el perro muestra agresión los que determinan si debe tratarse como una conducta poco riesgosa o fácil de controlar, o si deberán tratarse como una enfermedad mental patológica y necesitan un manejo más especializado.
La motivación para agredir en la protección de recursos, en muchas ocasiones es el miedo a perder un recurso que considera muy valioso. Por supuesto que el valor asignado a las cosas depende de cada perro, de sus experiencias previas y de la disponibilidad del mismo recurso.
Respeto a su espacio y cosas
Si tu perro se muestra agresivo cuando intentas tomar su comida, lo único que te está comunicando, en su idioma y a su manera, es que te alejes. Cumpliendo esto y respetando el espacio a la hora de comer, no debería ocurrir un evento de agresión a menos que haya algún otro motivo para agredir distinto a la protección de la comida.
Que tu perro te muestre los dientes o te gruña cuando te acercas a su comida no significa que quiera dominarte, que por cierto, la teoría de la dominancia ya es obsoleta, incluso el mismo científico que la postuló (L. David Mech) aceptó haberse equivocado. Tu perro sólo quiere conservar su alimento.
No debes castigarlo
El uso de castigos físicos o verbales (gritarle fuerte y con enojo) sólo empeorará la situación. Si le quitas la comida e intentas someterlo, únicamente le estás comunicando que le vas a robar su comida, que vas a ignorar su comunicación (cuando te gruñe para que te alejes) y tu perro aprenderá a desconfiar de ti porque lo sometes y ejerces presión física y psicológica sobre él. Si continúas, irá aprendiendo que gruñir no le funciona, por lo que optará por morderte. Si ignoramos estos comportamientos, la agresividad irá escalando convirtiéndose cada vez más peligrosa.
Lo ideal es consultar a un experto en conducta canina para que determine qué tipo(s) de agresión tiene y cómo deben tratarse. Por el momento debes evitar las situaciones de riesgo, como el acercarte a su comida, intentar quitarle un juguete relleno con alimento o pasar caminando muy cerca del área donde se encuentra comiendo.
Comprensión antes que agresión
En general, lo mejor que puedes hacer con tu perro es comprenderlo, interpretar de forma correcta su lenguaje corporal y respetar el interés que tiene por comer, estando solo o lejos -en caso de que los tengas- de otros animales de compañía o personas. Sólo en casos en donde sea estrictamente necesario retirarle el plato con su alimento o un juguete relleno con el mismo, deberás ofrecerle algo aún más valioso a cambio y esperar a que se involucre en el nuevo recurso y así poder retirar el anterior.
Si tienes problemas con la conducta de tus compañeros, no dañes el vínculo castigándolo, consulta a un veterinario de la conducta.