¡No olvides los propósitos del 2022!

A un par de meses de haber comenzado el 2022 ¿Cómo va el año nuevo? ¿Cómo marchan los propósitos que enlistamos para nuestra vida? ¿Qué dice el nuevo ciclo con nuestra mascota?

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Pensarás ¿por qué las preguntas a tan poco tiempo de haber iniciado el año? Bueno, cómo parte del cambio interno y externo, físico y emocional, laboral y/o personal que todos buscamos antes y después de comer las 12 uvas al son de 12 campanadas, están las acciones que incluimos para honrar la vida de esos seres que tanto amamos, más allá de los cuidados que les damos. Son muchas opciones: la experiencia de paseo, la convivencia en casa, dónde y cómo duerme, su alimentación (la comida diaria y el apapacho botanero), así como el cambio social que significa apoyar y donar a albergues de animales en situación de calle e impulsar la adopción.

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¿Cómo hacer una diferencia ante tantas opciones?

Primero, tú conoces mejor a tu mascota. Esto es, por más que ‘nos hagamos patos’ y pensemos lo contrario, intuimos bien las situaciones dónde podríamos mejorar su calidad de vida o dónde nos estamos pasando de consentidores. O sea, le damos salchicha diario sabiendo el daño gástrico que podría significar.

Hacia nuestro animalito los cambios deben reflejarse hacia su calidad de vida. Marcar en el calendario las citas con el veterinario, respetar su alimentación, ser conscientes del tiempo que le dedicamos (y si es necesario) mejorarlo, respetar los días de baño, darle los espacios idóneos de acuerdo a su edad y terminar haciéndonos ésta pregunta ¿realmente mi mascota es un miembro de la familia y lo trato cómo tal? Ojo, no significa humanizarlo, sino amarlo y sobre todo, incluirlo en todo lo planeado, cómo familia.

Ahora, luego de pensar en el amor en casa, volteamos hacia el amor fuera de ella. En lo personal esto significa honrar la relación que tenemos con nuestra mascota siendo parte del cambio social hacia otro animales.

Busca expandir tu amor. Así, tan bonito y cursi cómo se lee aquí y suena en nuestros corazones.

¿Cómo y por dónde comienzo para impulsar un cambio social?

Sabemos que México es uno de los países con el mayor número de animales en situación de calle. Ante esto, somos millones de mexicanos quienes podemos hacer una diferencia. Comenzamos por lo básico al ver un perro en dicha situación: si está en nuestra posibilidades al momento, darle agua y comida, regalándole un instante de felicidad en su día. Dimos el primer paso, ¿cómo lograr mayor alcance e impacto?

Vamos a voltear hacia los albergues. La mayoría vive de las donaciones y el apoyo social (voluntariado) administrando recursos y tiempo para darle una oportunidad de vida a los animalitos y darlos en adopción.

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¿Cuáles son las opciones que tenemos para apoyarlos?

  1. Donación: Ubica un albergue. Consigue alimento, medicinas, artículos de limpieza y mantas, principalmente. Establece una fecha anual o mensual para realizarla.
  2. Apadrinamiento: Esto es “apoyar económicamente” a un animalito, facilitando sus cuidados y labor de adopción. Ubica un albergue, pregunta por este tipo de apoyo.
  3. Voluntariado: Apoyo social. Donar tiempo para ir al albergue y apoyarlos en sus labores, sea limpieza, paseo, cuidados, mantenimiento, etc. según requieran. Ubica un albergue, pregunta por este tipo de apoyo.

A través de nuestras acciones honramos el amor que tenemos en casa. Mi mamá decía “hay más tiempo que vida” y tenemos la vida para darnos el tiempo de mejorar la vida de otros seres.

¿Hay más propósitos de año nuevo?

Podría incluir uno, tan sencillo cómo trascendental: promover un nuevo lenguaje de respeto ¿Hablarles bonito, cómo si fueran bebés? No, va por otro lado. Socialmente, el lenguaje es la base de cómo nos tratamos, respetamos y evolucionamos por lo que es importante darle la importancia que merece.

Dicho esto, la diferencia entre “perros de raza” y “perros callejeros” sólo existe en nuestra mente y prejuicios. Ambos son “perros”, animales sintientes cuyo status es responsabilidad del ser humano. Ellos no pidieron esa distinción. Ellos sólo necesitan cariño y respeto. Es nuestra responsabilidad dar los pasos hacia ello comenzando por expresarlos en palabras, sin discriminación.

Comienzo el 2022 con mucha ‘cosa bonita’ que compartirles. Confío sean palabras que resuenen en su vida y tengamos cientos de días para convertirlas en acciones.

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