El conflicto político entre Rusia y Ucrania nos ha ofrecido imágenes e historias desgarradoras, dentro de las que lo poco positivo ha sido el admirable papel que han tomado muchas familias por no abandonar a sus mascotas, ni el peor momento.
Deseamos no tocar un tema tan complicado como la guerra y la política mundial, pues no somos el canal adecuado. Es por ello que, y sin demasiado contexto, les compartimos la información que ha surgido alrededor de las familias refugiadas y sus mascotas, esperando de corazón pase pronto esta terrible situación.
La partida de la familia
El inicio de la invasión de Rusia a Ucrania provocó que cientos de ciudadanos busquen refugio y protección de los bombardeos que recibe su país, salvaguardando sus vidas y las de sus familias, donde también se cuentan diversos animalitos.
Los países más cercanos a los que se han dirigido los ucranianos han sido Polonia y Rumania; dentro de las imágenes que han surgido de estos viajes llamó mucho la atención la constante presencia de mascotas en las fotografías, cosa que no ha pasado por alto para nadie en el planeta y se han vuelto virales.
Largas caminatas, viajes en autobuses, trenes, aviones o autos particulares, son el método de escapatoria que los ciudadanos tienen, y a donde se les ve comúnmente acompañados de perros, gatos y hasta conejos.
Las mascotas que se quedan
Pese a que es alto el traslado de mascotas, existe un porcentaje de personas que no han podido llevárselos; ya sea por el tipo de transporte, la necesidad de velar con niños pequeños o ancianos o la inmediatez en que tuvieron que partir, a ninguno se le puede juzgar en una situación tan difícil.
Esta es una de las razones por las que diversas ONGs animalistas de todo el mundo han pedido se programen rescates también para mascotas, buscando la forma de protegerlos mientras todo esto pasa.
Han empezado a circular historias en que varios perros se han acercado a los soldados en busca de compañía y ahora sirven como vigías de la propia batalla.
Andrea Cisternino, un italiano viviendo por más de una década en Ucrania, y su esposa Vlada Shalutko, abrieron un refugio de animales en Kiev, contra la persecución que padecen los perros callejeros.
Actualmente protege alrededor de 400 animales en su refugio, desde donde anunció que no abandonará a sus mascotas y primero prefiere morir, a dejarlos en el lugar, sabiendo que resultaría muy complicado irse con todos.
Las organizaciones pro animales internacionales buscan apoyarlo para sacarlos a todos de una zona que es muy seguro sea invadida, pero el caso no cuenta con la prioridad suficiente en un momento en que existen muchas cosas que resolver previamente.
Esperamos que las asociaciones internacionales permitan que estos animales, y sus familias, puedan alejarse del conflicto, del cual ninguno de ellos es responsable. }
Foto de portada: Ivette Rossano, de Chihuahua, refugiada junto a su familia y mascota en el metro de Ucrania.