Los minerales orgánicos son una fuente protegida de minerales traza que mejoran la probabilidad de satisfacer las necesidades nutricionales de nuestras mascotas.
La nutrición de minerales orgánicos es ampliamente mal entendida, en ocasiones pueden llegar a ser ineficientes puesto que cada fuente tiene una tasa diferente de solubilidad, reactividad y; en última instancia, disponibilidad para el animal. Estos factores influyen en la eficacia de cada fuente durante el proceso de digestión en cualquier momento dado.
Los minerales orgánicos que tienen alta estabilidad funcionan mejor, puesto que soportan el antagonismo en el tracto digestivo, dando como resultado, que el cuerpo del animal puede absorber todo lo que necesita. El objetivo es mantener el mineral disponible para su absorción, para que nuestras mascotas puedan utilizarlo cuando sea necesario; a través del mecanismo homeostático que controla el estado de las necesidades minerales de las mascotas, para determinar y regular al alza la absorción de esos nutrientes.
Cada uno de estos minerales es esencial, pero puede ser tóxico si se alimenta en exceso. Metabólicamente, es importante que los sistemas de la mascota controlen estos nutrientes con frecuencia para mantener los niveles óptimos.
Los minerales orgánicos se complementan en las dietas de los animales de compañía en pequeñas cantidades, y contribuyen a varias funciones metabólicas e inmunitarias, incluido el metabolismo energético, la calidad de la piel y el pelaje, el crecimiento y el desarrollo, el rendimiento reproductivo, la integridad de las articulaciones y los huesos, el estado de las almohadillas de las patas y la salud y el bienestar en general.