Siempre que veamos un comportamiento recurrente debemos poner mucha atención a él, pues puede deberse a problemas físicos o psicológicos.
Es muy normal que un perro se lama las patas de vez en cuando, casi siempre después de un largo paseo en el cual pudo ensuciárselas. Sin embargo, si el lamido es insistente y constante podría alertarte de otras razones. Y podría reflejar que tu perro esté pasando por un periodo de estrés o ansiedad.
Explora sus patas
Examina sus patas, empezando por las uñas y siguiendo por los dedos y zona interdigital. Quizá se hizo una herida, o se le puede haber clavado alguna astilla o espina. Si es algo pequeño, con la ayuda de una pinza podrías retirarla y limpiar la zona. Si notas que es una herida es mejor que acudas a su veterinario.
Hay otras causas que pueden provocar que tenga este comportamiento; las más comunes son la dermatitis atópica, la pododermatitis, los hongos o los quistes interdigitales. Si detectas alguna anomalía en la piel debes recurrir al veterinario.
¿Y si no tiene heridas o problemas de piel?
Si es persistente, podría reflejar que tu perro esté pasando por un periodo de estrés o ansiedad. Primero evalúa si ha habido algún cambio en casa o si está pasando más horas solo o con menos actividad.
Si ese es el caso, pasa más tiempo con él y hazlo jugar. Es importante que descargue energía y tenga actividad física para no estresarse. Considera que el que canalice el estrés o la ansiedad lamiéndose las patas, podría ocasionarle problemas de salud al exponer la zona a constante humedad, y herirla gravemente.
Como siempre te recomendamos, no le restes importancia a la situación y consulta con su veterinario si notas algo raro.
Tu médico evaluará a tu mascota y te indicará si es un problema físico o psicológico y su tratamiento.