Mascotas en navidad, ¡no son juguetes!

Un niño que nos pide una mascota regularmente es por una emoción sin conocimiento de causa, pero nosotros no podemos reaccionar impulsivamente y regalarles uno sin antes evaluar esa decisión.

Se acerca la Navidad y en la cartas para Santa Claus o los Reyes Magos de muchos niños del mundo aparecerá un cachorrito. Si este es el caso, debemos hablar primero con ellos, explicarles que no son un juguete y la enorme responsabilidad que tendrán en adelante con un ser vivo.

Es comprensible que para los niños, sobre todo los más pequeños, un cachorro sea un regalo que trae la navidad y que no necesitará de mayores responsabilidades. El problema está cuando los adultos no contemplan el cambio en sus vidas que supondrá esa mascota.

Y no es imposible tener una mascota a edad temprana, de hecho es muy recomendable, pero si se necesita primero llegar a acuerdos y supervisar que el pequeño los lleve a cabo.

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Tenencia responsable

Lo fundamental para que los pequeños sean responsables de una mascota es crear conciencia de lo importante que es cuidar del bienestar del animalito.

Los niños deben entender que son seres vivos, con sentimientos: que sienten dolor, alegría, frío y hambre. Una mascota en casa necesitará de nuestro tiempo, cuidados, espacio y un presupuesto solo para él, que variará conforme crezca y nunca se reducirá.

Con la llegada de una mascota muchas actividades para los pequeños serán modificadas, ya que tendrá que encargarse de su compañero e incluirlo en sus actividades. Tiempos como pasar el día en casa de su mejor amigo o irse de excursión deberán reducirse. Todo esto lo debe comprender el pequeño tutor para considerar lo mucho que deberá ofrecer a su animalito.

Darle un hogar a una mascota debe ser una acción lo menos impulsiva posible, y jamás debería ser solo por satisfacer el deseo de un regalo. Se debe tener claro que la familia tendrá un compromiso en adelante donde solo podrán salir victoriosos si trabajan juntos.

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Edades de los pequeños

Aunque la edad en los pequeños es un referente no exacto – existen niños más avanzados en su compromiso y madurez que otros – si es importante considerar cómo reaccionará ante la mascota y si les queda claro que no es un juguete.

Y aquí viene otra responsabilidad más para los papás, la de supervisar que los juegos sean inofensivos tanto para el niño como para la mascota, ya que no existe ningún animal que no se defienda si se siente lastimado o amenazado.

Los beneficios de tener una mascota son muchos. Se ha demostrado que los niños que conviven con ellas son más sociables, extrovertidos, perceptivos y aprenden a ser responsables si se ocupan de su propio animalito.

Una mascota será su mejor amiga si ambos están en la misma sintonía.

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