¿Te has puesto a pensar qué pasaría con tu perro, tu gato, si un día quisieras ya no vivir? Son seres que dependen 100 % de tu presencia y cuidados y, en casos de depresión, son una luz en el camino, una fuerza que nos ayuda a seguir.
Tony está sumergido en la bañera a punto de suicidarse. Después de muchos meses difíciles y una lucha por la vida, su esposa murió de cáncer y de pronto ha perdido las ganas de seguir, ahora los días han perdido todos sus colores: nada le importa, no tiene hijos, y tampoco cree que su ausencia sea lo demasiado importante en el trabajo. ¿Para qué seguir?, se pregunta. Después de despertarse y ver uno de los muchos videos de su esposa, aún en cama, medita sobre lo mismo. Esa misma idea que ha tenido, cada vez más frecuente, cada vez más fuerte.
Sale de su cama, dirigiéndose al baño. Llena la tina de manera automática. Su mente está en otra parte. Se quita la ropa y se mete. Cierra los ojos esperando poder verla a ella, a su esposa. Cuando está a punto de quitarse la vida, aparece Brandy en la puerta, su pastor alemán que lo interrumpe para pedirle el desayuno con ojos tristes. ¿Casualidad? Quizá sólo sintió que se tardó demasiado en el baño y que tenía hambre. Quizá sintió que algo no estaba bien y fue a ayudarlo…
¿Puede una mascota hacerte ver la vida de otra manera?
Tony, quien es el protagonista de la serie llamada After life (2019, Reino Unido), descubre que su perra es el único motivo para seguir viviendo, es la única que necesita de él, y por tanto es su responsabilidad. Sale de la tina y va a la cocina a darle el desayuno, pero se da cuenta que no hay mucho qué ofrecerle. Por la tarde pasa al súper mercado por su comida, y así, siendo Brandy su única motivación, pasa otro día más, y otro, y otro. Brandy es al mismo tiempo, todos los perros, un ser querido que te necesita.
La depresión es una etapa muy compleja. Quizá lo primero en lo que se piense al pasar por un episodio depresivo es en apoyo psicológico y en medicación. Pero un animal de compañía podría ser una opción con resultados efectivos y menos invasivos. La presencia de los perros y los gatos impactan directamente en el ánimo de las personas. ¿Cómo?
No es ningún misterio el que los animales ayudan a restablecer el estado anímico de sus seres queridos. A veces basta con ver a un perro mover la cola o a un gato restregar su lomo en tu pierna, para que una sonrisa salga de tu rostro. Las mascotas pueden reducir el estrés del trabajo o de los problemas en casa en cuestión de instantes.
Un estudio de la Universidad Commonwealth de Virginia (EEUU) calculó las ondas cerebrales de distintas personas con compañeros caninos, antes y después de pasar un rato con ellos. El resultado fue que tener una mascota y generar contacto frecuentemente, ayuda a reducir los sentimientos de estrés, ansiedad y depresión.
Es muy común que, por las prácticas laborales o episodios de confrontación familiar, se presenten lapsos de ansiedad en los seres humanos. Los gatos y los perros, al mostrar un afecto incondicional, brindan compañía y contención, lo cual hace que la ansiedad disminuya. Aunque parezca un hecho cualquiera, rascarles la panza o acariciarles las orejas impacta en el ánimo: evitan el sentimiento de soledad.
Es innegable que los animales domésticos muestran una inteligencia notable. Pero aun así, requieren de la ayuda de sus amigos humanos para llevar a cabo ciertas tareas, como en el caso de Tony y Brandy, ser proveedores de su comida. Es decir, el hecho de que requieran ayuda es esencial, nos hacen responsables de sus vidas, y el sentido de responsabilidad estimula la certeza de estar para los otros. Aunque los gatos son más independientes, también muestran cariño y te hacen indispensable en su cotidianidad. Eres importante para ellos.
Salir a pasear es vital, tanto para los compañeros humanos como para los animales domésticos. Los perros siguen a la manada, y la manada se mueve en las afueras. El aire fresco, los rayos del sol, el color del cielo, favorecen la química de nuestro organismo. Una mascota buscará interactuar con su contexto, lo que ayudará a sus compañeros humanos a evitar el encierro. Ambos se benefician estando juntos. Te lo agradecerán mostrando su cariño.
Una mascota sana, es una mascota feliz.