La vida después de un sismo: estrés postraumático

¿Cuántas historias de mascotas has escuchado sobre el sismo del 19 de septiembre del 2017?

MVZ EMCV (EC) Aline Ixtab Morales Estrada y Alejandro Pérez Castañeda – ETOVET

A algunos nos tomó de sorpresa en la clínica veterinaria con nuestro perro, a otros en un alto dentro del vehículo y a otros, desgraciadamente les tocó vivir momentos impactantes, como perder su hogar, ser atropellado por una multitud de personas por querer salvarse y a otros les tocó ser salvados de un derrumbe.

Ante esto comenzaron a haber casos tanto de perros como de personas donde mostraban cambios de comportamientos ante diversos escenarios, como no querer entrar a espacios cerrados, paralizarse ante cualquier alarma o no poder caminar ante la presencia de una gran afluencia de personas.

El trastorno de estrés postraumático está relacionado a experiencias impactantes que pudo haber vivido un ser humano, los principales signos son evitar ciertos objetos, personas o lugares, cambios de ánimo como depresión o hiperexcitación, estallidos ocasionales de ira, pesadillas, recuerdos recurrentes y flashbacks de la situación.

Sin embargo, en perros continúa en discusión dicho diagnóstico debido a que no puede expresarnos la presencia de algunos de estos signos como por ejemplos los flashbacks. Existen diversos reportes de perros militares donde aseguran que dicho trastorno puede ser diagnosticado en ellos y la principal clave es que alguna conducta no se presentaba previo a la experiencia traumática.

Generar empatía hacia nuestro perro puede ser clave para su rehabilitación

Miedo en caninos

En México, después del sismo que sacudió a la ciudad, comenzaron a observarse casos de pacientes caninos donde podían quedarse paralizados o con un miedo extremo ante alarmas, temblores menores o ruidos de construcción, situaciones que no presentaban antes.

Para poder detectar si tu perro puede cursar con dicho trastorno debes tomar en cuenta varios puntos:

  • La concentración para un entrenamiento puede ser baja.
  • Existe un mayor apego a su figura de seguridad humana.
  • Incapacidad de relacionarse con otros individuos (animales y/o personas).
  • Respuesta de miedo exacerbada por cualquier estímulo que reviva la situación.

Ante esto, es importante saber que un etólogo clínico puede ayudar a los pacientes dando un manejo clínico individual que puede componerse de una modificación conductual y si es necesario, se apoyará de un tratamiento farmacológico.

Mientras tanto generar una zona segura dentro de casa puede favorecer a su estado de ánimo al tener un espacio donde se sienta cómodo y relajado, dicha zona debe de estar en un espacio de la casa que sea tranquila, lejos de ventanas y puertas, con baja afluencia de personas.

Existe actividad mental que puede ayudarle a relajarse y concentrarse en momentos recreativos como un tapete olfativo o algún juguete para lamer y lo más importante, identifica y no le expongas a aquellos eventos o lugares que puedan desencadenar un miedo extremo y le provoque momentos desagradables, esto evitará que el problema empeore. Si bien no será un proceso sencillo, cada avance que presente será valioso para su bienestar.

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