El rol de las mascotas, médicos y tutores en el futuro de nuestra salud.
MVZ MCV Jorge Francisco Monroy López
El desastre ecológico mundial no es culpa directa de nosotros, pero sí es nuestra responsabilidad el hallar soluciones.
La población humana se está multiplicando de una manera que pone en riesgo el equilibrio ecológico mundial. De acuerdo con cifras publicadas por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), habrá 9,700 millones de personas para 2050, como resultado del incremento de la esperanza de vida y una falta de planificación en el crecimiento demográfico en el mundo, con el cual ha ocurrido una creciente invasión y urbanización de áreas geográficas que hasta hace unos años eran rurales o se mantenían como reservas naturales de vida silvestre, incrementando los contactos entre esas especies con animales de producción, de compañía y los seres humanos.
El surgimiento y resurgimiento de enfermedades
Lo anterior aunado a otros factores, ha favorecido el surgimiento de enfermedades emergentes y reemergentes que encuentran una rápida ruta de expansión, particularmente en países y regiones en pobreza extrema, generalmente con climas tropicales, asociadas a escasos servicios sanitarios o de mala calidad, zonas con susceptibilidad a sufrir inundaciones que favorecen la proliferación de vectores transmisores de enfermedades, principalmente mosquitos, y con problemas de abastecimiento de agua, en las que las medidas de seguridad alimentaria se han vuelto inadecuadas, sumado a factores culturales y económicos que propician el comercio ilegal de animales vivos, así como su concentración en mercados irregulares, procedentes de zonas con condiciones favorables para el desarrollo de múltiples especies de murciélagos y otras especies silvestres, que pueden servir como reservorios de infinidad de agentes patógenos potenciales, principalmente virus.
En México, una amplia región de clima tropical, comprendida en las costas del Golfo de México, la Península de Yucatán, el Istmo de Tehuantepec y las costas del pacífico, desde Nayarit hasta Chiapas, reúnen ese tipo de condiciones con la presencia de encefalitis transmitidas por vectores, además de ser zonas endémicas de enfermedades como paludismo, dengue, leishmaniasis, oncocercosis, Chagas, Zika y la fiebre Chikungunya.
El mercado de los animales
Según algunas estimaciones, existe un centenar de mercados de animales vivos, de alguna manera regulados, en los que se comercializa ganado bovino, ovino, caprino, porcino, equino y aves, entre otros, así como especies silvestres en peligro de extinción y mercancías elaboradas con productos de origen animal, incluyendo alimentos, obtenidos mediante la matanza en condiciones no higiénicas ni humanitarias, en un claro incumplimiento y violación a lo establecido las leyes reglamentos y normas oficiales que, en teoría, regulan estos procesos, pero no contemplan la existencia y el funcionamiento de este tipo de mercados fijos y semifijos.
Bajo el concepto de Una Salud se requiere de una estrategia única entre los diversos sectores, que ayude a definir las prioridades nacionales, optimizar recursos e intercambiar información en términos de inteligencia epidemiológica, que permita el diagnóstico precoz y la atención oportuna de situaciones de emergencia sanitaria que pongan en riesgo la salud pública y la seguridad nacional.
¿Cómo participar?
Como veterinarios, nos toca cumplir y hacer cumplir todas las disposiciones de carácter oficial y denunciar la sospecha de enfermedades de notificación obligatoria.
También tendremos que denunciar el comercio ilegal de fauna silvestre ante las autoridades de Semarnat y Profepa, así como ante las autoridades estatales y municipales.
Debemos promover la tenencia responsable de los animales de compañía, incluyendo recomendar la no adopción de especies de vida silvestre, así como tampoco hacer liberaciones no controladas, que puedan alterar el ecosistema.
Nuestros animales de compañía pueden producir un desastre ecológico si permitimos que deambulen libremente en reservas ecológicas o simplemente en nuestro entorno inmediato, pues una cosa es que ayuden al control biológico de la fauna nociva y otra que destruyan a la fauna natural de una zona.
Tutores responsables
Es importante, por supuesto, que quien decida poseer un animal de compañía o de trabajo, lo haga con toda la responsabilidad que el caso amerita y con la conciencia de que deberá protegerlo, proporcionarle casa, agua, alimento y servicios médicos veterinarios, que incluyan la prevención de enfermedades a través de la aplicación periódica de vacunas, desparasitaciones y seguimiento clínico de por vida.
El desastre ecológico mundial no es culpa directa de nosotros, pero sí es nuestra responsabilidad el hallar soluciones. Normalmente estas son sencillas y están a la mano, pero es cuestión de adquirir conciencia y responsabilidad.