Todos los perros del mundo deberían tener una familia humana, y un hogar.
Paco Colmenares
Sabemos que lo has pensado muchas veces, cuando ves a un perro abandonado, o sufriendo las inclemencias del tiempo. Sin embargo, también es común si has escuchado que algunos perros, estando en la calle, libres, están en su “estado natural”.
Lo anterior, se conoce como “falacia naturalista”, y se aplica cuando un argumento apela a condiciones de una supuesta naturaleza, pero es ajustado de otra especie, o de condiciones antiguas.
Por ejemplo, decir que la naturaleza de un perro es acompañar en la cacería a un hombre, es una falacia naturalista de evolución, porque en realidad hace muchísimo que los humanos no necesitamos cazar para alimentarnos.
Desde que criamos animales y domesticamos a todas las plantas, la cacería por subsistencia es sólo un hobby, o una decisión personal de unos pocos que viven alejados de sistemas de abasto alimentario, por lo que decir que unos cuantos perros que acompañen a esas pocas personas, representan un “estado natural” es ignorar que los otros millones de perros en el mundo, en cientos de años bajo ese sistema, ya no lo hacen, ni lo aprenden, ni lo necesitan.
Lo mismo ocurre con su lugar de vida, o su hábitat.
Cuando hablamos de los animales de fauna silvestre, podemos definir cuál es su hábitat natural, el lugar en donde pertenecen y en donde deben habitar sin ser molestados. Pero, perros y gatos, ¿tienen un hábitat natural?
La respuesta es sí: una casa. Un animal doméstico, deriva su nombre de la raíz latina domus que significa casa, o sea, los animales domésticos son los que viven en un hogar en compañía del ser humano, pues han evolucionado, o han sido criados para ello. El perro de hoy, el Canis lupus familiaris, nunca existió en la vida libre. Es, digamos, un “invento” del ser humano, intencional o no, que ha cambiado tanto de sus ancestros, los lobos, que ya son una especie diferente, por lo que pensar en los lobos como referente “natural”, es científicamente incorrecto.
La adopción
Para que tomes en consideración la adopción, queremos que tengas algo más que ideas y conceptos emocionales, que también son válidos, cuando alguien te diga que un perro está bien ahí, en la calle, en “libertad”, que eso es “natural” y hasta está mal “encerrarlos en una casa”.
Tienes razón cuando piensas “todos los perros del mundo deberían tener una familia humana, y un hogar”. Esa es la meta, eso sería, para ellos, su mundo natural.
Nunca lo dudes: ¡Adopta!