Gatos “Bieneducados”

Entender cómo los gatos ven el mundo nos ayuda a crear un mejor vínculo con ellos.

K’uub, Veterinarios de la conducta

Los gatos tienen diferentes maneras de comunicarse: señales olfativas, visuales, sonoras (maullidos , siseos, bufidos y gruñidos, etc.) y tacto (especialmente con sus bigotes).

También, debemos saber que los perros y los gatos son diferentes. Los gatos pueden ver los colores verde y azul en sus diferentes tonalidades y lo hacen muy bien con poca luz. Superan la capacidad del perro para escuchar, percibiendo sonidos ultrasónicos y pudiendo mover sus orejas 10 veces más rápido que ellos.

El olfato es inferior al de un perro, pero superior al de los humanos. Los gatos tienen una excelente memoria olfativa, si consumieron algo que les hizo daño y se lo vuelven a encontrar, es muy probable que no lo coman para evitar enfermar de nuevo. Por último, su piel es sumamente más sensible que la de un perro.

Ya que revisamos que hay algunas diferencias entre la manera de ver el mundo de los gatos y perros, es lógico pensar que no aprenden igual. Los gatos pueden necesitar más constancia y más paciencia que un perro para poder enseñarles cosas.

¿Para qué educar a mi gatito?

Educar a nuestro michi, tiene varios beneficios, ya que ejercitamos su mente y su cuerpo, y eso hace que se mantenga saludable, además al pasar tiempo educándolo y enseñándole trucos divertidos, estás reforzando tu vínculo con él también.

Ellos tienen la capacidad de aprender su nombre, venir al llamado, sentarse, quedarse quietos, dar la patita, meterse a una transportadora, entre otras actividades.

¿Cómo comenzar a educarlo?

Esto dependerá mucho de qué quieres enseñarle y de tu capacidad por mantener su concentración. Por ejemplo, muchos aprenden a utilizar el arenero porque vieron a la madre hacerlo y la imitan, aunque algunas veces tendrás que recordarle en dónde esta.

Para enseñarle a sentarse, por ejemplo, hay que encontrar qué comida es su favorita y darle a elegir (quizá hoy prefiera atún y al día siguiente pollo) y así, utilizar un sistema de recompensa.

Hay que ser muy conscientes de que la capacidad de atención que tienen los gatos no es la misma que tenemos nosotros, por lo tanto, las sesiones en las que practiquen deben ser cortas, de 5 a 10 minutos máximo.

¿En qué momento premiar a tu gatito?

Es importante que asocie la conducta que quieres que aprenda con situaciones positivas, así que la recompensa debe ser de manera inmediata (no debes tardarte más de 3 segundos entre la conducta deseada y la recompensa).

Si estas enseñándole a venir al llamado puedes decir su nombre seguido de la orden. Por ejemplo: “Benito, ven”, cuando llegue a ti inmediatamente le darás su premio favorito y repetirás el ejercicio hasta que le quede clara la secuencia conducta-premio.

¿Qúe no hacer?

No debemos de ninguna manera forzarlo a las sesiones educativas, la educación debe ser divertida siempre y si no está dispuesto en el momento, deberán intentar en otra ocasión. De ninguna manera deberán aplicar el castigo ya que esto sólo traerá consecuencias negativas.

Recuerda, la educación debe siempre ir de la mano de la empatía y del cariño, no de la violencia.

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