Los gatos pueden llegar a ser los mejores amigos de los niños. Son amorosos, tiernos, buenos compañeros de juegos e, incluso, excelentes protectores.
Dra. Claudia Edwards Patiño, FMVZ – UNAM
Seguro has visto videos de gatos defendiendo a sus niños humanos de una niñera abusiva, de perros agresivos, o cuidándolos que no se bajen la escalera. Y sí, son totalmente reales, pues un gato solo necesita haber creado un vínculo sólido con un niño, para hacer lo que sea por él.
Aquí te dejo algunos tips para construir una muy linda amistad entre ellos.
Enseña a los niños a ser respetuosos y cuidadosos con el gato
Es crucial educar a los niños sobre la importancia de tratar al gato con gentileza y respeto. Deben comprender que los gatos son seres sensibles, que pueden asustarse o estresarse fácilmente si se les trata de manera brusca, y que son pequeños y delicados, así que es fácil que también tengan dolor.
Aprendan sobre el comportamiento felino
Es esencial que los niños entiendan que los gatos pueden morder o arañar en determinadas situaciones, como cuando se sienten amenazados o incómodos. Esta conciencia ayudará a prevenir accidentes y promoverá una convivencia armónica.
Desmitificar un rasguño ligero es muy importante, pues sabemos que siempre, hasta de adultos cuidadosos, pueden ocurrir. Lavamos, secamos y hasta portamos con orgullo, sin miedo.
Supervisa el tiempo juntos
Durante las interacciones entre el niño y el gato, especialmente cuando el niño está despierto, es recomendable que un adulto supervise para garantizar que se respeten los límites y se eviten situaciones potencialmente peligrosas.
Socializar al gato
Para que los gatos aprendan que los niños son amigos, es importante que tengan experiencias positivas con ellos cuando son cachorros. Incluso si nunca han habido niños en casa, es importante que justo desde unas semanas antes de la llegada del primer bebé, invitemos a niños cuidadosos que ya entiendan el “NO”, a que jueguen con el gatito y le den premios.
A través de la paciencia, la empatía y el cuidado constante, se puede construir una relación sólida entre un niño o niña y un gato. Con el tiempo, ambos pueden llegar a ser grandes compañeros y disfrutar de una convivencia enriquecedora, llena de alegría y complicidad.
TIP: El uso de feromonas como Feliway te pueden ser de mucha ayuda en este proceso.