¡Vacaciones! Una gran oportunidad para pasar momentos increíbles al lado de nuestro perro. Ahora veamos cómo hacerlos de educación y diversión.
Aline Ixtab Morales Estrada y Alejandro Pérez Castañeda, Etovet
El aprender algo nuevo con nuestro perro puede ser una gran opción para generar experiencias positivas, por ejemplo, enseñarle nuevos trucos te ayudará a fortalecer el vínculo y mejorar la relación.
Si tu perro no sabe ejecutar ninguna indicación como el sentado, echado o quieto, podrías buscar un entrenamiento básico que te ayude a tener las herramientas necesarias para guiarlo a realizar diversos trucos. Pero si tu perro ya cuenta con ellas, puedes subir el nivel y buscar entrenamientos más complejos, que enseñen a realizar trucos de fantasía como girar sobre su propio eje o hacerse el muertito.
¿Y eso para qué nos servirá?
Sí, posiblemente lo estés pensando. Sin embargo, cuando nosotros buscamos enseñar algo nuevo, nos ayuda a que como tutores seamos más asertivos y claros en nuestras señales visuales. Nos provoca ser más estructurados en las indicaciones y en cada ejercicio nuevo que queramos enseñarle, trabajamos nuestra paciencia.
No te frustres si los trucos de varios pasos no salen a la primera. De hecho, la repetición ayuda más a generar confianza y motivación en la interacción.
Existen diversas actividades para pasarla muy bien con nuestros pequeños, como rutas de senderismo, agility, canicross, disc dog, etc., lo importante es ver qué tipo de actividades le gustaría a nuestro perro hacer, debido a que puede haber perros que sean muy activos y les atraigan los desafíos físicos o bien, perros que prefieren actividades que no impliquen correr o un esfuerzo físico mayor.
+ Info sobre el espectacular deporte del Disc dog, aquí.
Eso sí, es muy importante que a donde vayamos a practicar/entrenar con nuestro perro, siempre sea con profesionales y personas que respeten las emociones y tiempo de concentración de cada uno de los perros.
Evitemos toda persona que brinde un servicio no profesional, basándose en el uso de collares de “entrenamiento”, ahogo, picos o toques, así como el uso de teorías obsoletas como “el humano es quien manda” o “no te dejes dominar por él, es solo un perro”.
Un trato respetuoso durante cualquier aprendizaje con nuestros perros, ayuda que se motive a trabajar y fije mejor las habilidades adquiridas.
Si es el primer verano juntos, es el momento ideal para educar, ¡aquí!