Quizá ahora te consideras una nueva dueña, o mejor aún, como una nueva tutora o responsable de un animal. Puede que pronto te veas como algo más… y está bien.
Ma. Isabel O. Martínez Vargas, Coordinadora Editorial y Mtra. Esp. Negocios Veterinarios
Hoy en día las mujeres somos punta de lanza para la ruptura con muchos conceptos anquilosados y en desuso; ideas que hemos aceptado y usado desde siempre porque así nos enseñaron, sin cuestionarlas antes.
Desde el rol que tenemos o los puestos a los que podemos acceder, hasta nuestra “misión en la vida”, antes tan intrínsecamente ligado a tener hijos humanos y dedicarnos a su crianza, nos estamos enfrentando a las estructuras y conceptos más cerrados y férreos de la sociedad, entre ellos, está el de animales de familia.
Nuevas familias, nuevos términos
Para las nuevas familias, es cada vez más común tener conceptos “paternales” hacia los animales, tanto que en el mercado norteamericano uno de los factores más revisados para los estudios y tendencias de consumo es del pet parenting, sin embargo, al menos en español, todo se complica cuando en lugar de paternal hablamos de actitudes maternales, pues el concepto de madre es tan sagrado que ahí sí, muchos discuten con fiereza el derecho que tenemos de usarlo para referirnos a cómo se ama, cuida o protege a un animal.
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La mayor parte de las veces, en realidad no es una discusión de actitud y comportamientos, sino meramente de semántica, es decir, a algunas personas les molesta el mero uso de la palabra madre para la tutora de un animal, o hijo para el mismo.
Claro, hay necesidades de naturaleza, comportamiento y en cada ámbito, que son propios de cada especie, y hay que tenerlos bajo revisión para estar seguras de que nuestros perros o gatos no tienen menor calidad de vida que la óptima, pero si eso está salvado, sólo tenemos que hablar de cómo te sientes tú, o te sentirás por ese animal.
Más del 70% de las mujeres millennials (entre 28 y 43 años) prefieren tener hijos animales que hijos humanos.
Es probable que tu vida, o tiempo, empiece a girar a su alrededor, y sus necesidades de comida o paseo, sean consideraciones que deberás hacer todos los días como si fueran el centro de tu universo… Y ESTÁ BIEN.
Si inventáramos un término nuevo, exclusivo para la mamá de perro y/o gato, ¿el sentimiento cambiaría? Así te lo digo, de una mamá a una nueva dueña: sentirás un cariño inmenso por ese nuevo miembro de tu familia, y puedes llamarlo como quieras. No te detengas.
Para cualquier duda, aquí estamos contigo.