Un estudio donde participaron 188 menores de entre 11 y 17 años reveló que dormir con su mejor amigo no solo es bueno para conciliar el sueño, sino para la salud en general.
La imagen de un niño durmiendo con su mascota resulta encantadora, pero algunos padres no lo ven como algo sano o higiénico. Por ello, se decidió llevar un estudio en la Concordia University de Montreal, Canadá, para analizar el sueño de 188 niños de entre 11 y 17 años, descubriendo que aquellos que duermen con su mejor amigo consiguen un descanso de calidad.
Es normal que los padres no estén del todo convencidos en dejar dormir a sus hijos con sus mascotas en la cama, y depende mucho del tipo de mascota, costumbres y salud e higiene de la mascota, por lo que es muy recomendable consultarlo antes con el veterinario.
Entre los temores que tienen los padres se encuentra el que la mascota los despierte, que no descansen bien o tengan problemas respiratorios por culpa de su perro o gato.
Beneficios mentales
Tener un animal al lado toda la noche ayudaría a los pequeños a reducir el número de pesadillas que pueden sufrir durante el sueño. Pero, además, las mascotas se asocian con mejores resultados de salud, reduciendo los niveles de estrés tanto en mayores como en pequeños e, incluso, haciendo que el \”funcionamiento\” cardíaco sea mejor.
El estudio y sus resultados
Para este estudio, los investigadores definieron tres variables. Primero colocaron una pulsera para registrar los ciclos de actividad y descanso del niño; el segundo fue un estudio de sueño de polisomnografía durante una noche, midiendo sus ondas cerebrales, los niveles de oxígeno en sangre, su frecuencia cardíaca o respiración. El tercero fue un cuestionario a cada padre para registrar las distintas variables sobre el sueño de su hijo.
De los 188 niños, uno de cada cinco aseguraba dormir con una mascota de forma frecuente. Pero, al compararlos con aquellos que pocas veces o nunca dormían con su animal de compañía, el estudio reveló que los que sí estaban acompañados \”tenían la calidad de sueño subjetiva más alta\”.
\”Es posible que la práctica sea positiva o negativa dependiendo del apego a la mascota\”
Los resultados del estudio sugieren que \”compartir la cama con mascotas no puede afectar negativamente el sueño de los niños y adolescentes. La presencia de una mascota puede ser menos intrusiva para los niños que son más pequeños y tienen más espacio disponible en sus camas. Los niños ven a sus mascotas como amigos cercanos y buscan consuelo en ellos cuando intentan dormir\”.
Otro punto a considerar es el tamaño y fragilidad de tu mascota; si este es menor al niño podría sufrir un accidente. Valora con un veterinario antes de ponerlo en práctica.