A primera vista pareciera alguna raza de perro que no identificamos, o quizá la mezcla de algunas de ellas. Pero no, el Dingo es un primo de los perros y de los lobos, es decir, una subespecie separada de sus otros dos congéneres.
No es una especie absolutamente endémica, a pesar de la controversia. El Canis lupus dingo también se encuentra en las islas del sudeste asiático y en los territorios sur de Asia, conocido allá como Perro Cantante, Dingo de Nueva Guinea, Perro Hallstrom, o Perro de los Matorrales.
Aunque el Dingo es capaz de vivir en solitario, especialmente los machos jóvenes, también es posible hallar manadas de entre 5 y 10 individuos. Si bien es considerado un depredador carnívoro mayor, más bien apunta a buscar presas pequeñas, que le presenten poca o nula resistencia y, si le es posible, poca persecución.
Con la belleza del fuego, el aullido a la luna y el gesto familiar, el Dingo pareciera recordarnos el pasado, invitándonos a hacer un viaje en la historia, hasta el recuerdo salvaje de nuestro mejor amigo.