Mucho se ha dicho sobre el uso de carbón activado en caso de envenenamiento o por ingerir sustancias tóxicas, pero puede resultar contraproducente para los perros si antes no se consultó a un veterinario.
De entrada, el carbón activado es un método humano que puede no funcionar con las mascotas, pues no se cuenta con la misma anatomía y los procesos internos son muy distintos.
Charlatanería en redes sociales
Otra preocupación surge con la enorme y poco investigada cantidad de tips y tutoriales que circulan en redes sociales sobre cómo \”hacer\” carbón activado (quemando tortillas o pan, por ejemplo) pues además de que los resultados serán muy variables, la dosis para el perro será muy distinta según su tamaño, edad o raza.
Por ejemplo, un perro que pesa 22 kg tendría que recibir 22 gramos de carbón activado vía oral, rebajado con agua 200 mililitros. ¿Estás segur@ que tienes la dosis indicada?
La dosis
Existen dosis de carbón activado en tabletas que pueden ser más útiles, pero el veterinario de cabecera de tu mascota debe indicarte la medida a darle, además de tener plena información de que se la darás y pueda ofrecerte una guía sobre el comportamiento de tu perro al recibirla.
¿Cuándo darla?
El siguiente problema es cúando aplicar este remedio. Sabemos que el carbón activado puede hacer la diferencia entre la vida y la muerte en algunos casos de envenenamiento, pero puede ser difícil no confundir un dolor estomacal a un cuadro grave.
Es por ello que es muy necesario que el veterinario sepa lo que está ocurriendo. Lo ideal es correr al hospital cuando exista sospecha de ello, pero si no es posible, llamar al veterinario y explicarle lo que está pasando será de alta utilidad.
Tu veterinario podrá darte una mejor explicación sobre lo que está sucediendo y el remedio temporal que podrás utilizar, mientras puedes llevar a tu mascota al hospital.