Cuando la lluvia se siente: Condroprotectores

La época de lluvias ha comenzado. El uso de condroprotectores puede prevenir los problemas articulares en perros que se manifiestan o empeoran con la humedad en el ambiente.

MVZ Ana Paola Velasco Espinosa, CQVET.

Si tus perros tienen problemas osteoarticulares, pueden resistirse a la actividad física. Puedes verlos cojear, mostrar dolor e incluso enojarse al ser cargados o manipularlos sin el cuidado apropiado.

Estos problemas pueden tener muchas causas. Por ejemplo, el paciente sufra de displasia de cadera o codo, de luxaciones patelares, haber tenido fracturas previas o que tengan enfermedad articular degenerativa, común en pacientes geriatras.

Después de un diagnóstico por parte del médico veterinario, puede sugerir tratamientos quirúrgicos o médicos. Dependiendo el caso, administración de fármacos ya sean analgésicos, suplementos, terapias alternativas y rehabilitación.

Aquí entra el uso de fármacos conocidos como condroprotectores, que son productos compuestos principalmente por glucosamina, condroitín sulfato y/o ácido hialurónico (o con sus precursores), y son suplementos recomendados como auxiliares en problemas osteoarticulares.

Son de mayor utilidad en los estadios iniciales de la enfermedad, y ayudan en la reducción del dolor y aumento de la movilidad, sin embargo, no son un tratamiento definitivo de las enfermedades osteoarticulares.

La administración de estos fármacos debe realizarse bajo supervisión de un médico veterinario. Él definirá la dosis, la frecuencia y vía de administración. Las presentaciones pueden ser tabletas, geles, polvos e incluso, algunos inyectados.

Existen efectos secundarios que deben considerarse, por eso es recomendable el seguimiento estrecho del profesional, y se realicen pruebas frecuentes para monitorear al paciente y ajustar la dosis dependiendo de la evolución.

La administración indiscriminada podría lesionar otros órganos y causar daños importantes en el cuerpo.

Existen otras acciones que también pueden ayudarlos como llevar un control de peso, realizar actividades físicas de bajo impacto y cuidar las superficies en las que se desplaza.

Si tu perro está sufriendo de este problema, acude al médico veterinario sin dudarlo.

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