Los problemas conductuales en perros son unas de las principales causas de maltrato, recolocación, abandono e incluso, lamentablemente de eutanasia.
A veces esperamos que nuestros compañeros de cuatro patas se comporten de una manera específica, muchas veces de manera innata y sin entrenamiento. Lo que podría sugerir que existe nulo conocimiento de este o falta de él, al igual, existe poco conocimiento sobre la etología clínica y los beneficios que puede traer para mejorar el vínculo empático con nuestros animales de compañía.
Los perros tienen una relación muy estrecha con los humanos, en comparación con la de cualquier otro animal doméstico, pues con nuestros perros hemos generado un lazo emocional importante.
Ya que ellos han sido seleccionados a lo largo del tiempo para un trabajo colaborativo con nosotros, para después convertirse en más que eso, en verdaderos amigos y miembros de la familia. Existe evidencia antropológica de que los perros han vivido íntimamente con los humanos durante 30 mil años.
Y con el paso del tiempo la función primaria del perro ha cambiado hacia un animal de compañía y para cumplir ese papel, se le presiona a comportarse de manera (considerada por nosotros) “correcta”. Los perros son entrenados para comportarse de una forma que se considere apropiada, esto incluye, por ejemplo: aprender a hacer pipi en los sitios designados, caminar de manera calmada con la correa, entre muchas otras. Por esta razón, muchos tutores optan por un entrenamiento profesional.
Durante el entrenamiento, el comportamiento de los perros es modificado a través de diferentes procesos de aprendizaje con los cuales un individuo adquirirá información por medio de exposiciones a situaciones y/o repeticiones de conducta.
El método que más se utiliza en el entrenamiento con animales es el llamado condicionamiento operante, en él, se busca repetir conductas que tienen consecuencias buenas y evitar conductas que tienen consecuencias malas, usando refuerzos y/o castigos.
Existen 2 tipos de refuerzo
a) Refuerzo positivo: cuando el resultado de un comportamiento es agradable y por eso se repite, como, por ejemplo, premiar a un perro por dar la patita;
b) Refuerzo negativo: cuando el resultado del comportamiento elimina algo desagradable y por eso se repite, como, por ejemplo, dejar de apretar el collar porque el perro se sienta.
Y existen 2 tipos de castigo
c) Castigo positivo: cuando por un comportamiento se obtiene algo desagradable y la probabilidad de que ocurra disminuye, como, por ejemplo, jalar el collar del perro para que deje de ladrar;
d) Castigo negativo: cuando por un comportamiento se elimina algo agradable y la probabilidad de que ocurra disminuye 6, como, por ejemplo, ignorar a un perro porque nos salta encima.
Los métodos aversivos utilizan principalmente castigo positivo y refuerzo negativo (ver ejemplos), siendo las herramientas de éstos collar de ahogo, collar de picos, collar de choques eléctricos e incluso golpes, mientras que los métodos basados en recompensa se basan en el refuerzo positivo y el castigo negativo, siendo las herramientas de estos, premios alimenticios, juguetes, caricias, entre otros.
El entrenamiento con métodos de castigo positivo pueden influenciar negativamente el bienestar animal y dañar el vínculo humano-perro, mientras que los métodos basados en recompensa influencían positivamente el bienestar del perro, al igual que incrementa el vínculo emocional entre humano-perro 6.
Los métodos de recompensa pueden mejorar la habilidad de aprender y disfrutar el juego con los tutores 5. Algunos estudios demuestran que perros y caballos entrenados con métodos basados en recompensa presentan menor estrés, al igual que mayor interacción con la familia y con personas desconocidas en comparación con los que eran entrenados con métodos aversivos 6. También se ha demostrado que los animales entrenados con método de recompensa están asociados a mayores niveles de obediencia 10.
Estudios indican que el uso de métodos de entrenamientos aversivos comprometen el bienestar de los perros, ya que se demostró que el castigo conduce a respuestas emocionales negativas como el miedo, la ansiedad y la frustración lo que provoca dificultad en el aprendizaje y obediencia 6, ya que los perros aprenden que es mejor realizar lo que se le pide para no sentir dolor y miedo.
Aparte del daño emocional estas técnicas pueden causar daño físico, por ejemplo, los collares de ahogo causan daño en la tráquea, aumentan la presión intraocular por lo que puede contribuir o agravar el glaucoma en perros cuya raza es suceptible, también puede causar colapso subito debido a la obstrucción temporal de las vías aéreas y causar daño nervioso. Los collares de choques eléctricos pueden causar quemadura en los perros 7.
La aplicación de métodos de castigo también puede generar repuestas agresivas, ya sea a la persona que lo aplica o cualquiera que esté alrededor 6, poniendo en riesgo de una mordedura a los tutores u otros. Debido a que el miedo es fácilmente reforzado y aprendido hace que los animales asocien el acercamiento de las personas con una experiencia negativa.
Otras implicaciones negativas para el bienestar es que el castigo aumenta los niveles de estrés causando diferentes problemas de salud 8 e incluso el envejecimiento temprano 9.
La mayoría de las personas emplean, e incluso prefieren el uso de castigo debido a que funciona “rapido” y su animal de compañía deja de realizar la conducta indeseable; sin embargo, le están generando confusión porque la mayor parte de las veces está mal aplicado, ocasionando estrés, miedo, ansiedad y dolor. Por ello, el uso de castigo durante el entrenamiento debería evitarse, ya que las consecuencias de su uso originan más problemas de los que resuelven, porque pueden causar distracciones durante el entrenamiento, problemas de comportamiento y poca obediencia.
La obediencia es un atributo importante en la relación humano-perro porque los tutores que estén satisfechos con el comportamiento de su animal de compañía tienen menor probabilidad de abandonar o regalar a su mascota 8, razón por la cual el entrenamiento juega un papel importante dentro de la vida del humano y el perro. Pero para poder realizarlo de una forma adecuada, se deben conocer las ventajas y desventajas, al igual que los estado emocionales que producen, determinando y aplicando aquellos métodos de entrenamiento que sean menos estresantes para los perros y asi garantizar el bienestar. 4
El uso de métodos de recompensa, en comparación con el entrenamiento usando castigo, tiene una mayor ventaja debido a que se le está proporcionando bienestar a nuestro animal de compañía, en el que se busca que se cumplan las 5 libertades de acuerdo The World Organization for Animal Health (OIE). Las cuales son: 1) libre de hambre, sed y de desnutrición; 2) libre de temor y de angustia; 3) libre de molestias físicas y térmicas; 4) libre de dolor, de lesión y de enfermedad; 5) libre de manifestar un comportamiento natural. Y menciona que estos derechos son responsabilidad del hombre. 11 Por lo que, nosotros al ser los tutores de nuestros animales de compañía tenemos el deber de cumplir sus derechos y efectuar con nuestro papel de ser el mejor amigo del perro y vicerversa. Así fortaleciendo el vínculo humano- perro, disminuyendo las probabilidades de abandono y maltrato.
No lo castigues, consulta a un Veterinario de la conducta.
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