Los gatos son muy difíciles de manejar ante emergencias porque sabemos que nuestro estrés, el ruido o los movimientos bruscos, los hacen recluirse, esconderse y ponerse a la defensiva.
Sin embargo, esta aparente desventaja puede ser también la mejor cualidad a la hora de las crisis.
Los gatos corren a esconderse si sienten que hay riesgos o que su ambiente se ha alterado, pero esto no lo hacen porque tengan un miedo repentino a ti, o que pierdan la confianza en un segundo, sino a que confían que cada miembro encontrará su lugar más seguro rápidamente, aunque sea un lugar separado para cada uno.
El reto es que convirtamos una transportadora en ese lugar favorito.
- Coloca la transportadora en un lugar arrinconado. Nunca querrá estar expuesto por todos los frentes. Su ideal es quedar cubierto por la mayoría de los ángulos.
- Dale una superficie suave, pero estable. Si tiene un arañadero preferido, trata de usar ese mismo material, o incluso recicla una parte de esa tela, que ya ha marcado como zona segura.
- Cada que le des premios, o comida especial, ponla ahí dentro, pero retira el plato en cuanto la termine. A muchos los alejan los restos de comida sin consumir.
- Si es muy cariñoso, dale cariño cuando esté ahí, sin meter demasiado tu mano. Si le gusta tener su espacio, evita molestarlo entonces.
Desde luego la transportadora debe estar sin puerta, o con esta bloqueada para estar abierta todo el tiempo. Nunca querremos que se sienta atrapado, hasta que sea absolutamente indispensable.
Si logras que este lugar sea cómodo, seguro, tranquilo, que nadie lo moleste y ocurran cosas felices, será muy probable que se empiece a convertir en su lugar de seguridad, y corra a él cuando el ambiente se tense.
De esta forma, ante una crisis de evacuación, tienes altas posibilidades de que sólo debas llegar a cerrar su puerta y salir con él de la manera más segura posible.
Y no olvides probarlo en los simulacros, aprovechando el sonido de la alarma y el movimiento constante, pero sólo si las condiciones afuera son muy tranquilas y con poca gente. Tampoco tiene caso estresarlo a menos que sea totalmente necesario.