Todos hemos creído que nos entienden, conocen el significado de cada palabra y que cuando los estamos educando o qué es lo que no nos gusta, ellos lo saben perfecto.
Dra. Claudia Edwards, Directora de programas Humane Society International México
En el marco del Día Mundial de los Animales, te dejamos algunos consejos esperando te ayuden en la educación de tu amiguito para tener una convivencia armónica con él:
Qué hacer
Gastar su energía física:
- Con ejercicio aeróbico, correr y saltar.
- Jugar. Cualquier juego que requiera de un gasto grande de energía será de utilidad para lograr este objetivo.
- Crear rutinas: Aunque para la mayoría de las personas esto puede ser sumamente aburrido, a los animales les da un marco de seguridad y una estructura de vida muy confiable y predecible.
- Entrenamiento de obediencia: Se siente más seguro cuando tiene normas de convivencia claras y sabe qué esperar. El método de entrenamiento debe ser por medio de reforzamiento positivo y nunca con castigos físicos. Debe realizarse por todos los integrantes con quien el perro convive cotidianamente.
- Enseñar lo que está bien: Se deben recompensar las “buenas” acciones del perro justo en el momento en que suceden y hacer énfasis en que eso está bien y que son conductas que queremos repita.
- Enseñar lo que está mal: Un “NO” en el momento en qué el perro está haciendo la conducta que queremos cambiar es de mucha utilidad, si a esto le sumamos un “MUY BIEN” en la conducta alterna que es deseable para nosotros, el perro entenderá claramente que sí y que no.
- Consistencia: Las acciones permitidas se deben permitir siempre y las acciones que no, nunca. Por ejemplo, si dejamos al perro subir a la cama o morder los zapatos, debemos hacerlo siempre. Si no es así y lo regañas, el perro puede entrar en estados de ansiedad porque no es capaz de entender porqué le estás gritando o regañando.
- Socializar: El periodo de socialización en los perros va de la tercera a la décimo segunda semana de edad. Debe convivir de una manera agradable para socializar con niños, mujeres, hombres, ancianos, personas con barba, sin ella, uniformadas, con gorras, con mochilas, con bastones, otros perros, gatos, etc.
- Entrenamiento de baño: Sin llegar a los regaños o gritos, debe ser constante y de forma disciplinaria si ha orinado o defecado fuera del lugar indicado. La única forma en que las correcciones funcionen es si “cachamos” al cachorrito cuando está buscando algún lugar para evacuar, en ese momento le debemos decir NO, ir hacia él, llevarlo al área que ha sido asignada como baño y premiarlo si lo hace en el lugar adecuado.
Qué no hacer
- Estimular conductas agresivas: Jugar muy bruscamente puede generar que se vuelva dominante y pasar a morder de la “nada”. No ignores cualquier señal de agresividad y acude con un médico veterinario especialista en conducta.
- Castigar a destiempo: Esto sólo puede confundir al perro y hacer que tenga miedo. Muchas veces pasa que la gente cree que el perro “sabe” qué hizo mal porque al llegar a casa se esconde si hay alguna “travesura”, sin embargo, NO lo sabe. Si lo supiera, no lo repetiría. Si no se ve al perro en flagrancia, no debe ser castigado.