En una partida de póker todo puede pasar, incluso que un perro aprenda a blofear y evite que su cola lo delate cuando le haya salido un As.
Aydée Varela
Esta obra conocida popularmente como “Perros jugando póker” se llama en realidad Un amigo en necesidad y es del pintor estadounidense Cassius Marcellus Coolidge, el cual se hizo famoso especialmente por esta serie de 16 cuadros donde la temática principal son las representaciones humorísticas de perros.
Cabe señalar que solo nueve de estas pinturas muestran a nuestros mejores amigos en juegos de póker con escenarios y acciones divertidas muy similares a lo que pasaría con los humanos en la vida real.
Originalmente Coolidge creó estas piezas como encargos para la agencia publicitaria Brown & Bigelow, en específico para promocionar a una compañía de cigarrillos; pero con los años se han convertido en íconos de la cultura popular y han alcanzado sumas altísimas en subastas de arte, donde se ha llegado a pagar hasta $590,000 dólares por una de estas pinturas. Aunque en la realidad, el nombre de Cassius Marcellus aún no ha tenido el reconocimiento o logrado un lugar dentro del circuito y la élite del arte, es importante reconocer su gran trabajo y habilidad técnica.
El estilo de este artista aún hoy en día es difícil de definir, ya que con los años se ha clasificado como una mezcla de pop art, surrealismo y un poco de naíf. Sus obras sin importar la mezcla de estilos, nos refleja la habilidad para capturar expresiones animadas con un poco de humor.
El llamado Arte Naíf o Naïf, se caracteriza por la ingenuidad y espontaneidad, además de provenir básicamente de artistas autodidactas, sin educación artística formal.
Esta pintura Un amigo en necesidad es para muchos una pieza excepcional que nos recuerda con humor cómo la trampa puede ser justificable por el bien de la amistad; ya que en la escena, el personaje principal, el perrito bulldog, ayuda a su peludo amigo estirando la pata con un As por debajo de la mesa; aunque si prestas atención, se alcanza a ver que el perro ayudado, en realidad ya esta servido de varios ases.
Es como si Coolidge nos hiciera preguntar, con ironía y humor, ¿quién engaña a quién?… y es que al final, se dice que en una mesa de póker no siempre gana el que tiene la mejor mano, sino el que engaña mejor.
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