Existen trucos para lograr que hasta el gato más tragón siga su dieta y no termine comiendo de los platos de los demás gatos o perros de la casa.
Vivir con una mascota tiene muchos beneficios, pero también implica algunos sacrificios. Además de sacar a pasear a los perros varias veces al día, hay que asegurarse de que tienen todo aquello que necesitan: desde una alimentación saludable hasta juguetes, rascadores, camas y todo aquello que supone el bienestar de los animales.
Alimentación y nutrición
Uno de las responsabilidades más grandes que tenemos como tutores de mascotas es el cuidar de la alimentación de nuestro perro o gato, siempre manteniéndolos saludables y evitando que sufran sobrepeso.
Para lograr lo último, debemos modificar los alimentos que toman las mascotas para adaptarlos a ese exceso de peso y las enfermedades que lo acompañan. Dentro de esto, nos tocará en algún momento poner a dieta estricta a alguno de nuestros animalitos.
Esto de entrada es complicado, pero si sumamos a la ecuación tener otros animalitos (y por ende, otros platos de alimento), la situación se complica.
Rachel Fairbank, periodista de LifeHacker tuvo una experiencia así con su gato mayor cuando engordó dos kilos durante el confinamiento, así que tuvo que poner en práctica algunos consejos escuchados para que su michi pudiera adelgazar.
\”Su único ejercicio consistía en robar la comida a nuestro gato más joven\”.
Rachel Fairbank
Los gatos y las dietas: enemigos naturales
Lo primero que recomiendan los veterinarios cuando se debe imponer una dieta es establecer unos horarios de comida estrictos para cada gato. Lo mejor es que cada uno de ellos lo haga en habitaciones separadas y/o en diferentes momentos: el objetivo es que el más glotón de los dos o más animales, no pueda acceder a la comida del resto de las mascotas.
El mayor problema de esta propuesta viene con aquellos animales que están acostumbrados a tener siempre su plato de comida disponible. En esos casos, la solución sería darles de comer raciones más pequeñas durante muchos momentos del día para que se vayan acostumbrando.
Combinando alimentos
Muchas dietas traerán nuevos alimentos bajos en calorías procesados (piensos), que deberán ser integrados poco a poco a su nueva vida. Debemos agregarlo poco a poco, mezclando el pienso nuevo con el de siempre para que se vaya acostumbrando al sabor.
Es importante que no sufra problemas digestivos con el cambio. Para conseguirlo, cada día se le da un poco más del pienso nuevo y un poco menos del antiguo hasta llegar a una ración completa de su pienso dietético. De esa manera, habrá acostumbrado tanto el paladar como el organismo a su nuevo alimento.
Trucos para ponerlo a dieta
Un buen truco para quienes tienen gatos tragones es distraerlos. Para ello, hay juguetes a los que se puede introducir comida seca por uno de los orificios, de tal manera que el gato juegue durante mucho rato con ellos, tratando de encontrar la solución para sacar el alimento del juguete. No solo es una buena idea para adaptarse a sus nuevos horarios, sino también para divertirse durante un buen rato.
También podemos tener un apoyo de la tecnología; hoy existen platos especiales que logran identificar a los animales por el microchip que llevan colocado o su collar. Poniendo uno de esos dispensadores de comida en tu casa garantizas que solo dé comida al animal adecuado.
Un truco muy imaginativo es el de colocar en alto el alimento del gato más delgado o joven, estando alejado del paciente en cuestión y haciendo que se ejercite buscando alcanzarlo.
Todos estos tipos deben ser supervisados por el tutor y su veterinario debe conocerlos.