Amanecemos, desayunamos, trabajamos, comemos, regresamos a trabajar… todo en casa. Tras el asombro y gozo de nuestros animales con quienes hemos estado más tiempo que nunca, ahora deberán aprender que conforme regresemos a la vida fuera, nos separaremos algunas horas diarias otra vez.
MVZ EMCV (EC) Aline Ixtab Morales Estrada. MVZ EMCV (EC) Alejandro Pérez Castañeda Especialistas en etología clínica
El 2020 fue un cambio abrupto en la vida de las personas y nuestros animales de compañía. La mayoría tuvimos que quedarnos las 24 horas en casa y por lo tanto nuestros perros y gatos comenzaron a vernos todos los días, al inicio nos veían con extrañeza, no entendían porqué no nos íbamos o porqué ya no veían a sus amigos perrunos, con el paso del tiempo comenzaron a entender la nueva dinámica y a acostumbrarse a estar en compañía constante.
Probablemente a algunos perros y gatos les costó más trabajo que a otros adaptarse a nuestra nueva realidad, sobre todo con aquellos que son más independientes, también existen casos de perros que solían convivir de manera constante con otros perros y de pronto el contacto social se eliminó por completo.
El impacto emocional
Es aquí donde podría empezar a impactar de forma emocional a nuestros perros y gatos dando como resultado comportamientos erráticos o patologías conductuales que se pueden reflejar en un futuro. Durante esta nueva realidad, también pudimos obtener algo positivo en el área de etología clínica y esto se debe a que los tutores de perros y gatos comenzaron a convivir más con ellos y percibir que existían ciertas alteraciones en su comportamiento, que no se habían percatado previamente.
Esto provocó la búsqueda para obtener ayuda y así resolver los problemas conductuales. Se puede pensar que esta empatía por sus perros y gatos podía estar relacionada con las experiencias que comenzamos a vivir durante el confinamiento, pudimos percibir la ansiedad que nos provocaba no tener interacción con otros, no poder salir o que nuestra rutina no tuviera mayor enriquecimiento ambiental y sólo estar sentados frente un computador.
Al tener más tiempo en casa, una de las opciones que vieron las familias mexicanas fue adoptar o incluir un integrante perruno o gatuno, en muchos casos se inclinaron por cachorros y por lo tanto iniciaba un proceso de educación y adaptación, para algunos otros un adulto o geronte fue la mejor compañía, quienes también pasan por un proceso de adaptación.
Al buscar asesoría para dicho proceso, ubicaron la existencia de los etólogos clínicos, quienes podían proveer una asesoría completa para el proceso que conlleva la inclusión de un nuevo integrante y la detección temprana de cualquier posible problema conductual. Es importante tomar en cuenta que los perros y gatos podrían presentar problemas conductuales cuando la sociedad humana retome sus actividades, para esto es primordial preparar a nuestros perros y gatos ante estos cambios, evitando que la pasen mal durante el proceso.
La novedad de la nueva normalidad
Para algunos será difícil encontrarse con nuevas personas, perros o gatos, sonidos nunca antes escuchados o incluso sensaciones novedosas como el pasto o las piedritas que se encuentran en los corrales de perros, para otros el enfrentarse a la soledad será un reto. Por lo que, habrá una alta posibilidad de que muchos perros y gatos sufran problemas relaciones a la separación o situaciones de miedo o agresión que debamos atender los etólogos clínicos para mejorar su estado emocional.
Prioricemos la salud mental
Sin duda, nos hemos enfrentado a un problema que afecta a múltiples especies, pero algo bueno que nos puede estar dejando, es la mayor capacidad de sentir empatía por otros y ver la salud mental como prioridad para cualquier individuo, ya sea el humano, perro, gato o cualquier otro ser vivo.