Este es un trastorno psicológico que afecta no solo a los animales, que son hacinados, desnutridos y sufren múltiples enfermedades, sino a la persona que padece la enfermedad y a su núcleo social.
Entre las causas más comunes para desencadenar este trastorno se encuentran los traumas, pérdida de un ser querido, separación de la pareja, abuso de sustancias o alcoholismo, afirma Vivian Ávila, veterinaria de la Unidad de Bienestar Animal (UBA) de España.
Grettel Delgadillo Molina, subdirectora de Humane Society International (HSI) Latinoamérica, amplía la información afirmando que los investigadores han establecido un vínculo entre esta conducta y psicopatologías previas como demencia, desórdenes delirantes o creencias poco realistas.
“Estas personas se autodenominan, muchas veces, rescatistas de animales que nadie quiere”.
Grettel Delgadillo Molina
Trastorno psiquiátrico
“Este comportamiento es uno de los trastornos psiquiátricos de la personalidad, específicamente, obsesivo- compulsivo, con preferencia en animales domésticos, donde no se sacia la persona con una, dos o tres mascotas, sino quiere más y más. Se le conoce, popularmente, como síndrome de Noé”
psicólogo Antonio Rivera, coordinador del Grupo de Psicólogos, Consejeros y Motivadores de Guatemala.
La persona que lo padece comienza a aislarse, pues los demás no comparten su compulsión, y pone toda su atención a animales, y no a familiares o amigos. Se deteriora la calidad de las relaciones familiares. Generalmente, vive sola, dice.
Sufrimiento para los animales
Cuando se acumulan animales, no hay condiciones adecuadas para darles una buena calidad de vida, por carencia de higiene, mayor riesgo de desarrollar y contraer enfermedades, generación de plagas, como moscas y ratas, y emanación de malos olores, que afectan al vecindario del hogar del acumulador, expone Ávila. Las denuncias, muchas veces, las hacen vecinos o familiares, pues el trastorno del acumulador deriva en el deterioro de su calidad de vida.
La alta densidad poblacional de animales en una casa les genera a estos seres estrés, ansiedad, agresividad, desnutrición, deshidratación, problemas diarreicos, pelaje sucio y con nudos, parasitosis externa e interna y reproducción incontrolada. “La mayor cantidad de acumulación de perros y gatos que hemos encontrado en un hogar es de 42”, señala la veterinaria, quien agrega que estos dueños no están en capacidad de brindarles nutrición y control médico adecuados, plan de vacunación, desparasitación y esterilización.
Además, añade Delgadillo, les causa lesiones en patas por la exposición a heces y orina, deficiente higiene dental y crecimiento desproporcionado de uñas, Se pierde, además, la funcionalidad de los espacios habitables de la casa, lo cual exacerba el aislamiento social. El paciente no actúa ni tiene noción de la condición insalubre de sus animales y entorno, desconoce la cantidad de animales que tiene, rechaza ayuda externa y se ve visiblemente descuidada.
Casi siempre, el acumulador no desea cambiar, se siente a gusto con su preferencia y la disfruta. La persona asegura que sus animales están en excelentes condiciones, aunque la evidencia demuestre lo contrario, dice Delgadillo.
Rescates de acumuladores
Cuando la UBA atiende las denuncias de acumulación, se evalúan todos los animales y se les da prioridad a los que están en condición más grave, al ser retirados del lugar se les brinda atención médica y se llevan a hogares temporales de asociaciones legalmente registradas en la UBA.
Ávila indica que se les explica a los dueños de que se les encontrará un buen hogar a sus animales, donde reciban los cuidados apropiados. Las entregas de mascotas son paulatinas para que no sientan un vacío y así prevenir que vuelvan a llevar a su casa gran cantidad de perros y gatos.
Tratamiento psiquiátrico
Es esencial que la persona reciba ayuda profesional para evitar que reincida.
“Dominar una obsesión-compulsión es complicado, porque involucra pensamientos, sentimientos y acción. Por ello, la psicoterapia es una aliada para enfrentar el problema, mediante la cual, poco a poco, se va practicando el desapego a lo que acumula la persona y se reformula el pensamiento para poder adoptar una nueva actitud”.
PSICÓLOGO ANTONIO RIVERA
Consejos ante un acumulador de mascotas
- No esperar que mejore con la edad: se ha visto que este comportamiento perdura toda la vida y recobra su fuerza durante la vejez.
- No confrontarlo: llamarle la atención y hacerle ver que su actitud no está bien no lo hará cambiar. Reforzará su rebeldía y aumentará su compulsividad. Gane su confianza para indagar sobre su incontrolable obsesión.
- Llevarlo a terapia psicológica: le ayudará a modificar su adicción para trabajar el esquema mental-emocional e implementar técnicas de modificación de la conducta.
- Familiares deben buscar ayuda emocional: si el entorno familiar se ha dado cuenta de este trastorno que lesiona sus sentimientos, debe recuperarse de manera afectiva.
Propuestas brindadas por el psicólogo Antonio Rivera.
Con información de PrensaLibre