Obra más famosa y emblemática del siglo XX, La Guernica de Picasso, es una de las representaciones más impactantes sobre las atrocidades de la guerra.
Aydée Varela
Esta obra fue encargada al artista para ser parte del pabellón español, que representaría al país dentro de la Exposición Internacional de París, y en ella los animales desempeñan un papel importante, siendo símbolos representativos de la cultura española.
Picasso utiliza la imagen de un toro y un caballo para representar el sufrimiento y la angustia que son causados por la violencia de la guerra. Y es que no son solo elementos decorativos, sino que añaden profundidad y emoción a la obra, ayudando a transmitir el horror y la desolación que se vivieron durante aquel trágico evento.
El uso de formas geométricas y angulares, junto con las figuras distorsionadas, añade una sensación de desorientación y desesperación. Los ojos desgarradores y los gritos silenciosos de las figuras reflejan el terror y la confusión que se experimentan en tiempos de guerra.
En Guernica y Luno, se encuentra una réplica de la obra en un muro de cerámica, y a unas cuadras, el Río Oca, que lleva a la Reserva de la Biosfera de Urdaibai, la más grande del País Vasco.
Esta pintura al óleo en blanco y negro con unas dimensiones de 3.50 m de alto x 7.80 m de largo, es sin duda, uno de los símbolos universales de la guerra y una poderosa denuncia contra los actos bélicos, la devastación y la violencia vivida en los primeros años del siglo XX, siendo para muchos historiadores y críticos de Arte, la obra más importante creada en ese siglo.
Guernica viajó por 20 años enrollada de un país a otro, exponiéndose en un inicio con la finalidad de recaudar fondos para los refugiados españoles y fue custodiada por el Museo de Arte Moderno en Nueva York, consecuencia de la dictadura militar que se vivía en los años 40’s por el general Franco.
Irónicamente esta obra maestra envuelta en temas que denunciaban las atrocidades de la guerra fue durante mucho tiempo una pintura que tardó en encontrar la paz en un pedestal, hoy en el Museo Reina Sofía de Madrid.
Guernica sin duda, se vuelve una obra atemporal y nos continúa conmoviendo y sensibilizando a las personas que abogamos por un mundo de paz y compasión; invitándonos a reflexionar, si alguna vez se dejará de retratar el sufrimiento causado por la misma humanidad.
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