Leucemia viral felina

La leucemia viral felina es una enfermedad viral que llega a ser muy común y grave, sobre todo en pacientes jóvenes e, incluso, afecta a los felinos salvajes.

MVZ Cristina Oralia Carranza Turcio

La leucemia viral felina es prevenible, y aún así, más común de lo que quisiéramos, debido a la falta de vacunación en gatos que salen mucho o que son completamente ferales, y también por ello, mucho más lamentable cuando un gato que -debiera ser- de casa, la adquiere, pues entre vacunación y la certeza de su hogar no tendría que estar expuesto a ella.

Es el gran enemigo, pues una vez que se presenta signología las posibilidades de sobrevida son muy cortas, así que hay que tomar esto en cuenta cuando adoptamos gatitos, ya sea jóvenes o adultos, aunque es más común que, así con signología, se presente en jóvenes.

Al adoptar a un gato nuevo debemos tener la certeza de sí es o no positivo a leucemia viral felina, lo que se puede hacer con una prueba rápida en el consultorio, o enviarla a una prueba de inmunofluorescencia para estar seguros si tenemos o no el antígeno en el paciente. Esto porque pueden ser portadores sanos, o sea, no presentar signología, y hay que estar seguros antes de juntarlos con los otros gatitos de la casa.

¿Si tenemos gatos que son positivos?

Debemos tenerlo en cuenta antes de adoptar a otro, pues el contagio se da por fluidos corporales y puede darse de manera horizontal o vertical, es decir, puede contagiarse de un gato a otro, o de padres a hijos, incluso por la leche materna.

La prevención es sencillamente por vacunación en los primeros meses de vida, por lo que es muy sencilla, y aunque claro que es conveniente tener certeza de que no la tiene antes de vacunar, tampoco representa un riesgo grave, pues en muy raros casos hacerlo a un gato ya infectado le causará complicaciones, aunque desde luego, ya en este estado no le representa ningún beneficio.

Signología más común

Depende de dónde se instale el virus, pero comúnmente es fiebre, como con cualquier otro virus, baja de apetito, o de plano perderlo por completo, letargo y pelo hirsuto. Pero quizá el más grave es la inmunosupresión o baja de defensas, por lo tanto, puede haber infecciones constantes de otro tipo, anemia, o incluso, cáncer del tipo linfoma o leucemia, dependiendo de las células que ataque el virus más, aunque esto es lo menos frecuente.

Otro signo muy común es la pérdida de órganos dentarios, pues se genera una inflamación de las encías que se llama gingivitis incipiente, sólo en el margen gingival, lo que debilita el cuello del diente. Esto se llama Resorción Odontoclástica Externa, y es un signo común, pero también puede serlo de otras enfermedades, así que si lo vemos en nuestro gatito es muy importante ir con su veterinario para descartar leucemia viral felina, pues podría tratarse de algo inmunomediado nada más, no relacionado con esta.

El impacto fatal de la leucemia viral felina, la mayoría de las veces, viene con las infecciones concomitantes, no tanto por el virus en sí.

Tratamiento

El tratamiento más efectivo y frecuente a estas infecciones que ocurren al mismo tiempo, es con terapias de antibióticos para combatirlas lo más rápido posible. Sí se puede dar tratamiento para la leucemia viral felina, pero en realidad tiene muy poco efecto, es poco disponible y es bastante costoso. Se puede usar interferón o inmunoestimulantes, pero no es de gran beneficio. Lo que sin duda se recomendará, será una alimentación de altísima calidad.

Por eso la sugerencia siempre debe ser mantener a nuestros gatos en casa y aún así vacunarlos. Es recomendable estar haciendo el seguimiento o diagnóstico de antígeno de manera anual, sobre todo si son gatos de alto riesgo, es decir, si se pelea o regresa con lesiones, o si nos visitan potenciales portadores.

Y el otro gran terror, el VIF.

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