Por instinto, un perro difícilmente se ahogará, pero de ahí a que todos amen los chapuzones es otra cosa.
Nadar es uno de los ejercicios físicos ideales para animales, pues es una de las actividades más completas.
Es muy común escuchar que los perros saben nadar por naturaleza, como los gatos usar el arenero. Pero, si bien es cierto que por su instinto de supervivencia en cuanto tocan el agua tienden a mover las patas, no todas las razas tienen una anatomía preparada para ser nadadores profesionales.
Si a ello sumamos el nerviosismo natural de algunas razas, descubriremos que no todos los canes podrán ser el siguiente competidor olímpico.
Dentro de la anatomía particular de cada raza, existen razones suficientes para considerar que no la pasará bien en el agua, como el poder mantener la cabeza fuera del agua. Para algunas razas este acto tan sencillo (pero de vida o muerte a final), les puede resultar complicado y requerirá de un esfuerzo adicional, lo que les hará odiar el agua y provocarles un trauma que evitará la vuelvan a tocar en su vida.
Razas nadadoras
Algunas características de las razas con gusto por nadar son que suelen tener mucha resistencia y vitalidad. Requieren ejercicios más pesados que otros canes y su masa muscular es mayor. Su pelaje suele ser rizado y espeso, de doble capa, que repele el agua fácilmente.
Algunas de las razas que mejor la llevan con el agua:
- Perro de agua español
- Perro de agua portugués
- Perro de agua irlandés
- Barbet
- Caniche
- Terranova.
Razas con problemas con la alberca
Las razas que menos poseen características para este tipo de actividad física son
- Bulldog
- Bulldog francés
- Bull terrier
- Bóxer
- Puig
- Shin tzu
- Pequinés
- Basset hound
- Perro salchicha
La recomendación inicial es que consultes con tu veterinario sobre el gusto por el agua de tu perro antes de forzarlo a nadar, así evitarás un problema en la relación e integridad del lomito.