Es claro que disfrazarlos es sinónimo de sonrisas, fotos y muchos memes, pero no podemos perder de vista su bienestar.
María Isabel O. Martínez Vargas, M. Esp. Negocios Veterinarios
- Materiales. No podemos olvidar que utilizar disfraces para mascotas provocará un calor añadido a su cuerpo y en casos graves, puede provocarle golpe de calor. Elige tejidos cómodos, telas delgadas y no plastificadas.
- Modelos. Si decidimos usarlos tendrán que ser holgados sin entorpecer sus movimientos naturales. Siempre usa la regla “menos, es mejor”. A veces, su disfraz puede ser un gorrito o su misma pechera adornada. En perros bariquéfalos, te evitará sustos de asfixias o dificultades para respirar.
- Seguridad. Los animales comparten con los niños una virtud: no comprenden hasta qué punto algo inofensivo puede ser tremendamente peligroso. No olvides que si no está acostumbrado a usar ropa intentará quitárselo con el hocico, así que evita los broches, cierres, botones, lazos, pedrería, brillos, lentejuelas y adornos pequeñitos.
- Prueba primero. Si antes de la celebración probamos los disfraces, no sólo podrá familiarizarse con la prenda, además, nosotros podremos evaluar si es cómodo o no.
- Siempre atento. A los disfraces se le suman otros factores que pueden incrementar el nerviosismo en tu peludo: mucha gente, música, demasiadas caricias, mucho ruido y movimiento, fotos, etc. Nadie como nosotros para saber si nuestra mascota está bien o si, por el contrario, la está pasando mal.
Si es el caso, es momento de una última foto y quitar la prenda, o bien, despedirse e irse a casa, darle su juguete favorito, su cena y a dormir.
Su bienestar es la prioridad.