Lhasa Apso, el espíritu eterno

Es una raza antigua, criada originalmente en el Tíbet, a partir del terrier tibetano. Según sus creencias, si los monjes tibetanos no alcanzaban el nirvana, se les permitía regresar a la tierra y reencarnar en un ejemplar de esta raza.

Son perros con fama de longevos, ya que se tiene reporte de hasta dos décadas. El récord de longevidad es de 29 años.

Se utilizaban como mascotas y como generosos obsequios a huéspedes importantes, pues funcionan bastante bien como perros guardianes, no por su tamaño, sino por su naturaleza vigilante y la intensidad de sus ladridos.

Por su naturaleza desconfiada, pueden mostrarse distantes con extraños, aunque son cariñosos con las personas que conocen y en las que ya confían. Requiere de adiestramiento para controlar los ladridos. Lo mejor para los lhasa apsos es mucha compañía humana. No siempre se llevan bien con otros perros, por lo que es necesario socializarlos desde que son cachorros.

Su mantenimiento es difícil porque es necesario realizar un cuidadoso cepillado para eliminar restos de pelo y evitar la formación de nudos. Muchos optan por retirar las melenas para facilitar su cuidado.

  • Machos: 6 – 8 kg y 22-27 cm
  • Hembras: 5 – 7 kg y 20-25cm
  • Nivel de energía: medio
  • Tendencia a ladrar: muy alta
  • Necesidad de atención/Socialización: moderada
  • Criado para: guardián dentro de casa y compañía
  • Colores: Se aceptan todos los colores
  • Necesidad de aseo: alta

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