Su gran altura la hace destacar de entre todos los animales terrestres y sus hermosas manchas son únicas e irrepetibles, así como las huellas de nuestras manos.
Las jirafas son los mamíferos más altos del mundo; sus patas llegan a medir 1.80 metros, más que muchos humanos. En promedio miden 5 o 6 metros de estatura. Sus manchas funcionan principalmente como camuflaje, pero también son un sofisticado sistema que les ayuda a mantener la temperatura corporal ideal en todo su largo cuerpo.
No sólo es altura y manchas cuando se trata de este bello animal. Su corazón es el más grande de todos los mamíferos terrestres, llegando a pesar más de 11 kilogramos, y tiene que serlo, pues se encarga de bombear 60 litros de sangre por minuto, ¡un litro por segundo!
Además de tantas peculiaridades, nos ha servido en el espacio. Sí, así como lo lees, durante años, la NASA ha estudiado el funcionamiento de los vasos sanguíneos de sus patas para aplicar este conocimiento a los trajes de los astronautas.
Una jirafa adulta come 35 kilos de plantas diariamente y su platillo favorito son las hojas de acacia, que el resto de los animales casi no tocan porque tienen muchas espinas. Su lengua es azul/morada y puede medir ¡hasta medio metro!
Pasan la mayor parte del día comiendo y sólo necesitan dormir de 5 a 30 minutos al día. Sus varias siestas duran 1 o 2 minutos y eso es más que suficiente.
El cuello de las jirafas es demasiado corto para llegar al suelo, por tal motivo toman una postura bastante peculiar para beber agua. Abren las patas delanteras y doblan las traseras para lograr bajar lo necesario. Dado que es una posición un tanto incómoda y peligrosa por los depredadores, sólo beben una vez cada ciertos días, incluso si hay una fuente de agua cerca. El agua restante la obtienen de las plantas que comen.
El 50% de los bebés no sobreviven al primer año, a pesar de los esfuerzos de sus madres por defenderlos de ataques de leones, leopardos, hienas y perros salvajes. Los bebés pueden ponerse en pie, más o menos, a la hora de haber nacido; y, más o menos a la semana de edad, empiezan a comer plantas.
En los últimos 30 años, el número total de jirafas se ha reducido un 30%. Por este motivo, zoológicos, ONGs, gobiernos, empresas, instituciones y organizaciones en pro del medio ambiente alrededor del mundo, buscan su conservación y cuidado.
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