Un cachorro en casa no es una tarea fácil, para educarlos y mantenerlos sanos se requiere de paciencia, tiempo, dinero, constancia y compromiso.
Mvz. Samantha Hay-Parker, Technical Advisor Boehringer Ingelheim Animal Health
Cuando alguno de los anteriores está ausente, es posible que fallemos y que se ponga en riesgo la salud mental del perro que repercutirá en su comportamiento de adulto o peor aún, se ponga en riesgo la vida del cachorro. Tal es el caso de fallar en su protocolo de vacunación inicial o sacarlo a la calle antes de que quede completamente inmunizado, lo que podría ponerlo en grave riesgo de contagiarse de alguna enfermedad infecciosa y morir.
¿Por dónde empezamos?
La vacunación inicial debe comenzar cuando así su médico lo indique, dependiendo del caso, sucede entre la 6ª y 9ª semana de edad Independientemente de cuando inicie el protocolo de vacunación, el último refuerzo de enfermedades esenciales (moquillo, parvovirus y adenovirus) debe ser aplicado alrededor de las 16 semanas de edad (cuatro meses).
En estos cuatro meses, no podemos sacar a pasear al cachorro ni dejarlo convivir con perros que puedan estar expuestos a enfermedades infecciosas, lo que conlleva a que el cachorro no pueda socializar en una etapa en donde esta actividad es de suma importancia para su futura relación con otros individuos, ya sea de su misma especie o de otra.
¿Qué podemos hacer?
Todo tiene solución, y por eso, es que la paciencia, el tiempo y el compromiso son muy importantes. La solución consiste en llevarlos a socializar con cachorros que se encuentren en la misma situación, cachorros que estén en proceso de vacunación, resguardados de riesgos y sin contacto con otros animales que puedan traer infecciones a casa. Por supuesto esto no anula totalmente el riesgo de contagiarse de alguna enfermedad, pero minimizamos la posibilidad y nos aseguramos de mantener también su salud mental futura.
Recomendaciones para la visita médica
Por otro lado, es importante que, al visitar al médico veterinario con un cachorro en proceso de inmunización, nos aseguremos de mantenerlo cargado el mayor tiempo posible y eso podría incluir el momento de la exploración física y la vacunación; algunos médicos preferirán que deposites al cachorro en la mesa de exploración y seguramente será porque confían plenamente en la desinfección de su sitio de trabajo, lo más importante es que principalmente en la sala de espera, no entre en contacto con áreas que podrían haber sido contaminadas por un animal enfermo.
Por último, si no tienes alguna de las posibilidad de las que hablamos al principio para tener un cachorro, una opción sería adoptar un perro adulto de algún “hogar temporal” en el que te puedan dar todos los detalle de su comportamiento y sea compatible con tu estilo de vida, que ya se encuentre inmunizado e incluso esterilizado y que aunque tiene mil necesidades que debes cubrir y tomar en cuenta entes de decidir tener un nuevo miembro en tu familia, también es cierto que, a un cachorro debemos invertir mucho más en términos de tiempo en su educación para lograr que como adulto sea un perro con el que tengas una convivencia maravillosa.
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