MVZ Ana Paola Velasco Espinosa
La anestesia es un procedimiento en el que se administran una serie de fármacos que suprimen la sensibilidad, la conciencia, el movimiento y el dolor durante un tiempo determinado y de forma reversible.
En medicina veterinaria existen un sinfín de procedimientos que necesitan anestesia por la naturaleza de nuestros pacientes, por ejemplo, una profilaxis dental, la limpieza de una herida, la toma de ciertos estudios diagnósticos o cualquier cirugía.
Para que un procedimiento anestésico sea seguro, el propietario y el médico veterinario deberán trabajar en un plan anestésico que, de preferencia, deberá realizarse con anticipación.
El historial del paciente
Esto implica que el médico recolecte una historia clínica completa con la información que brinde el propietario y realice un examen físico general con atención. Sin duda, para disminuir el riesgo anestésico, el médico podrá recomendar estudios de laboratorio como un hemograma, una bioquímica sanguínea, urianálisis, estudio de tiempos de coagulación e incluso estudios de imagen. Estos estudios, además del examen físico general, darán información valiosa que nos ayudará a identificar enfermedades que pueden no ser conocidas por el propietario y que, si el animal se anestesiara sin dar tratamiento o controlando la enfermedad, podrían ser de alto riesgo.
Una vez que tengamos la información completa sobre el paciente se deberá calcular el riesgo anestésico usando la Escala ASA (Physical Status Scale) que nos determina en 5 grados el riesgo que tiene una mascota al ser anestesiada. Un animal con riesgo mínimo, sano y sin enfermedades aparentes, pertenecerá a la escala ASA I, mientras que un animal con alto riesgo y en el que la cirugía es probablemente la única vía de que permanezca con vida, estará en el nivel ASA V.
La escala de riesgo nos ayudará a determinar el protocolo anestésico, es decir, la combinación y dosis de fármacos que se utilizarán antes, durante y después del procedimiento que se vaya a practicar con el paciente.
Los riesgos de la anestesia
Los médicos veterinarios realizan estas evaluaciones para minimizar el riesgo anestésico, aunque existe una parte de la anestesia que sigue siendo desconocida para la ciencia que hace imposible asegurar el efecto de los fármacos en cada paciente.
Existen riesgos que no sabemos cuándo, ni en que animal se van a presentar, como las alergias a algún fármaco, la hipertermia, algunas arritmias, un colapso traqueal, entre otros. Es por esto que es indispensable que se cuente con personal médico capacitado para atender emergencias, así como con fármacos y equipo de monitoreo para dar seguimiento al paciente.
A pesar del miedo que tenemos tanto en medicina humana, como en medicina veterinaria con la anestesia, es un procedimiento que en ocasiones es indispensable para que la mascota se mantenga con buena salud y calidad de vida. El realizar evaluaciones periódicas con el veterinario, estudios de laboratorio frecuentes y el dar tratamiento y seguimiento a las enfermedades existentes contribuirán a que cuando sea momento de practicar la anestesia se minimicen los riesgos.
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