El riesgo de medicar sin prescripción veterinaria

Adivinar, recordar un tratamiento previo para repetirlo, o seguir consejos no profesionales, puede tener problemas muy serios. Cuidado.

Mvz. Samantha Hay-Parker, Technical Advisor Boehringer Ingelheim Animal Health

La mayoría de las enfermedades comparten signos como vómito, diarrea, dolor, decaimiento, entre otros. Seleccionar un fármaco dirigido al problema real, comienza con el establecimiento de un diagnóstico basado en las evidencias que el veterinario obtiene a través de distintos recursos como: auscultación, estudios de laboratorio, radiografías, etc).

Cuando el médico veterinario determina el origen del problema, tendrá que tomar una decisión sobre las distintas opciones de tratamiento con base a las necesidades específicas de cada paciente. No todos los individuos son tratados de la misma forma ya que depende de muchos factores como: especie, raza, condición clínica, facilidad de administración, entre otros factores. Además, el veterinario siempre tiene presente que cualquier terapia con fármacos debe considerarse como un riesgo calculado que es sopesado antes del uso del medicamento.

Medicar antes de la consulta es peligroso

Debido a lo anterior, la automedicación implica riesgos que van desde leves hasta graves, según el fármaco y el paciente. En un estudio realizado en 2016, se encontró que el 95% de los propietarios medicaban a sus mascotas antes de la consulta. En el 6,4 % de los casos no coincidió la medicación que administraron con el diagnóstico final emitido por el médico veterinario.

Los fármacos pueden ser tóxicos en casos de sobredosis, contraindicaciones por especie, por padecimiento o por raza. El número de pacientes que llegan a las clínicas intoxicados por automedicación es muy elevado, por ejemplo, durante 2005 a 2010, el Control Central de Intoxicación Animal (APCC por sus siglas en inglés) recibió 22,206 informes de animales expuestos a diferentes tipos de antiinflamatorios en perros y gatos sin la prescripción de un veterinario.

Estos casos explicaron aproximadamente el 3% del total de casos llamados a la APCC. El perro fue la especie más comúnmente reportada (15,823), seguida por el gato (1,244). Es importante mencionar que, los antiinflamatorios son los fármacos con mayor número de reportes de automedicación e intoxicación en las mascotas. El ibuprofeno fue el medicamento más utilizados en la medicación de mascotas sin prescripción médica (10,763 incidentes) y cabe señalar que es un fármaco que no es utilizado en la medicina de pequeñas especies (perros y gatos). Otros fármacos a los que la gente recurrió fueron: aspirina (4,170 incidentes), naproxeno (2690 incidentes), diclofenaco (506 incidentes) e indometacina (201 incidentes).

Medicinas para humanos, en mascotas

Desafortunadamente muchos propietarios medican a sus mascotas sin recomendación del médico veterinario, la mayoría de ellos lo realizan con productos no aprobados para uso en caninos y felinos, y aquellos aprobados para su uso en animales, por lo general son administrados a dosis incorrectas y no se toma en cuenta la frecuencia de administración.

Debemos hacer conciencia de que una mala decisión puede llevar a la muerte a nuestro mejor amigo. Llevar inmediatamente al veterinario a nuestro perro o gato ante la sospecha de que algo está mal, será vital para tratar de forma oportuna una situación que con la espera o la automedicación podría tener un desenlace fatal.

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