¡El peligro de la cebolla!

La cebolla es rica y nutritiva para los humanos, pero para tu mascota, cruda o cocinada es peligrosa. Evítala en todas sus presentaciones.

La intoxicación con cebolla se ha descrito en los seres humanos y en algunas especies domésticas como el perro y el gato. El componente tóxico de la cebolla es el N-propil disulfida, que produce la llamada “Anemia por Cuerpos de Heinz”, una anemia hemolítica, y puede ser mortal.

Los signos de anemia hemolítica producida por los efectos tóxicos de la cebolla incluyen: diarrea, vómitos, depresión, mucosas pálidas o amarillas, aumento de la temperatura, dificultad respiratoria y oscurecimiento del color de la orina. El efecto tóxico de la cebolla es el mismo sin importar si se consume cruda o cocinada.

Podría no parecer algo sencillo que un perro o gato consuma grandes cantidades de cebolla como para sufrir de esta anemia, pero la cebolla se utiliza habitualmente como un saborizante y promotor del consumo, se adjunta a alimentos como carne, pollo o pescado.

Muchas personas que alimentan a sus mascotas con comida “hecha en casa”, piensan en el caldo de pollo para incitarlos a comer con más gusto, y tradicionalmente le adicionan un trozo de cebolla, para sazonar. Lo mismo con los tacos para cenar. Quizá no quieras compartirle a tu mascota tortilla, o carne, pero puede parece un buen regalo una cebollita.

Pues ahora lo sabes: rotundo NO.

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