Como sucede con la mayoría de animales, los gatos envejecen mucho más rápido que los humanos y existen muchos factores que pueden influir en la edad en que vive.
Todos aquellos que hemos tenido mascotas hemos deseado que vivan para siempre, ya de menos que estén por muchos años con nosotros. Pero como con todo ser vivo, la vejez llegará tarde o temprano y de nosotros y los cuidados que le demos al felino, depende si será un poquito más tarde, en óptima salud y felicidad.
La edad del gato
Popularmente se cree que cada año de vida de un gato equivale a siete años humanos, pero al igual con los “años de perro” es un error medir así su vida, ya que todos los años no suponen un mismo desarrollo para los gatos.
En sus primeros dos años de vida tu gato tendrá un desarrollo mucho más rápido que el resto. Si queremos mantener la comparación con el humano, su primer año equivaldría a 15 en la vida de cualquier persona, y al cumplir el segundo, el gato tendría unos 24 años. Una vez alcanzada su etapa de juventud, cada año cumplido equivaldría aproximadamente a cuatro años de vida humana.
Cómo llegar a la mayor vida del gato
La vida promedio del gato doméstico es de 13 a 15 años, aunque son cada vez más los casos de mininos de 20 y hasta 25 años. Alimentos cada vez más especializados, los cuidados de un tutor responsable, como vacunas, una correcta nutrición, vivir en casa y las visitas constantes al veterinario, son factores muy determinantes de cara a la longevidad gatuna.
Cuando el gato es callejero o tiene mucho acceso a salir cuando le plazca, la mayor exposición al peligro y las situaciones insalubres le restan en gran medida su esperanza de vida.
Accidentes como atropellos, peleas, mal nutrición o hidratación y las enfermedades que le puedan transmitir, son factores que los pueden encaminar a una muerte prematura, por lo que es muy difícil definir una edad a la que llegue un gato de la calle.
En la vida del gato influyen factores, como la genética, que pudieran reducir la esperanza de vida, para todos los demás factores nosotros, como tutores, somos responsables de que llegue a viejito muy feliz y saludable.
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