Por favor, ¡callen a ese perro!

M.V.Z. Karin Vomend Álvarez

Si hay algo que nos distingue de los animales es la utilización del lenguaje para comunicarnos. Esto no quiere decir que los animales no lo tengan… simplemente no lo comprendemos y los perros no son la excepción.

Los perros se comunican a base de gruñidos, gemidos, aullidos, ladridos o actitudes corporales. La forma más común de comunicación es sin duda el ladrido. Todos los perros ladran (salvo algunas razas como el Basenji), situación que algunas personas consideran una molestia.

Los perros ladran para comunicarse con otros perros, para avisarnos que hay una situación diferente o para alertarnos de algún peligro; también lo hacen para llamar la atención de sus dueños o para espantar a un intruso.

El aullido es el sonido que utilizan para demostrar su ubicación. Los perros aúllan para que sus dueños encuentren el camino de regreso y para avisarles a otros perros en dónde se encuentran. El aullido, por desgracia, es muy contagioso y todos los perros de un vecindario querrán avisar a todos los demás en dónde se encuentran si un solo perro comienza. Esto puede ser motivo de enojo entre los vecinos, sobre todo si no tienen perro.

Cómo no debes callarlo

La mayoría de la gente piensa que haciendo sonidos fuertes acallarán a los perros y algunos recurren a métodos bastante peligrosos como el de disparar balazos al aire. Lo único que consiguen, de esta manera, es que los perros dejen de aullar para comenzar a ladrar, en señal de alerta. La mejor recomendación para estas personas es conseguirse unos buenos tapones para oídos porque no hay absolutamente nada qué hacer en contra de un vecindario lleno de perros ladrando o aullando al unísono.

El gruñido lo utilizan los perros en señal de advertencia. “Si te acercas más, te muerdo”, son las palabras que emana un gruñido.

Pero la pregunta es… ¿Hasta dónde es normal y prudente dejar que un perro ladre?

El ladrido excesivo puede ocasionar serios problemas con los vecinos y me refiero al perro que ladra todo el tiempo, que solamente se calla para comer o tomar agua. Creo que cualquier persona es capaz de reconocer cuando un perro ladra de manera anormal. Si tu perro ladra siempre que lo dejas afuera de casa, te recomiendo que lo metas hasta encontrar la causa de su ladrido. Probablemente la causa del ladrido constante sea producto del aburrimiento o por la presencia de estímulos en el lugar donde lo dejas.

No esperes que tu perro permanezca callado si lo dejas en un patio que da a una calle altamente transitada. Si tu perro ladra por soledad, es probable que debas pasar más tiempo con él. Llévalo a pasear o juega con él para proporcionarle el ejercicio que necesita. Puede ser que toda la energía que tu perro tiene acumulada la esté eliminando a través del ladrido. Distráelo con juguetes y huesos de carnaza como una especie de terapia ocupacional.

Una cirugía cruel y no funcional

Existe una cirugía que algunos veterinarios recomiendan, en la cual se cortan las cuerdas vocales de los perros y así se evita que ladren. Aparte de ser una cirugía, la cual considero cruel, estas cuerdas se regeneran y el perro acaba recuperando el ladrido en un tiempo variable.

Si tu perro se queda solo adentro de casa, déjalo en un lugar tranquilo, con poca luz y aislado de estímulos. Imagina que al lado tuyo puede vivir un anciano o una persona enferma que necesite descansar y un perro ladrando no es precisamente lo que estas personas necesitan.

Si nada funciona para evitar que tu perro ladre de una manera anormal o exagerada, te recomiendo que consultes con un especialista en comportamiento animal. Se llaman etólogos y existen algunos especializados en comportamiento canino.

Tu vecino te lo agradecerá.

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