‘Café de nutrias’, una moda que impulsan el tráfico ilegal en Japón e Indonesia

Un documental ha revelado el alcance del tráfico ilegal de nutrias para abastecer los cafés de Tokio, donde la gente paga para acariciar a los animales salvajes. Estas nutrias viven en malas condiciones y muchas veces son alimentadas con comida para gatos.

Durante el Día Mundial de la Nutria de 2019, se lanzó un documental que reveló el comercio ilegal de la nutria asiática de uñas cortas, una especie en declive y clasificada como vulnerable por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

El documental “Nutrias como mascotas: la verdad detrás de la última moda de vida silvestre”, producido por el fotógrafo de vida silvestre y cineasta Aaron Gekoski para la organización que promueve el bienestar animal World Animal Protection, es un proyecto de investigación que revela las malas condiciones en las que viven estos animales salvajes, los que además son demandados para el mercado de mascotas.

Acorraladas en pequeñas jaulas y forzadas a jugar con clientes que pagan por esta experiencia en los llamados ‘cafés de nutrias’ o manteniéndolas como mascotas en hogares de Tokio e Indonesia, el negocio se ha vuelto rentable y puede estar vinculado al crimen organizado, señala la investigación encubierta que forma parte del documental.

Mongabay, un website de periodismo ambiental independiente de Latinoamérica, entrevistó a Aaron Gekoski.

Un animalito muy inteligente

Mongabay: ¿Qué hace que estas criaturas sean interesantes, importantes y dignas de un Día Mundial?

Aaron Gekoski: Las nutrias son vistas como lindas, románticas, leales e inteligentes. Se toman de la mano cuando flotan para asegurarse de no separarse la una de la otra, viven en unidades familiares cercanas, usan herramientas para acceder a la comida, golpean piedras en el aire y luego las hacen rodar en sus cuerpos. El comportamiento único de las nutrias y sus características similares a las de los humanos las han convertido en animales muy populares en todo el mundo. Sin embargo, son estos rasgos los que también contribuyen a su declive.

¿Por qué crees que es preocupante la moda japonesa de los cafés donde la gente paga para acariciar a las nutrias?

Tokio tiene ahora más de media docena de cafés de nutrias que varían en el nivel de contacto que se les permite a los visitantes tener con los animales y las condiciones en las que se tienen a las nutrias. En algunos de los cafés que visitamos, los animales estaban confinados en pequeñas habitaciones llenas de personas a las que se les permitía hacer lo que les plazca con ellos. En otros, encerraban a las nutrias en jaulas la mayor parte del día.

“Se escucha a las nutrias gimiendo, chillando y haciendo llamadas de auxilio mientras los clientes interactúan con ellas. Algunas se encuentran en condiciones de soledad sin luz natural, otras se ven mordiéndose las garras y exhibiendo un comportamiento de trauma; algunas de las peores condiciones de vivienda incluían pequeñas jaulas sin acceso a agua. Una de las nutrias que vimos incluso se había arrancado la punta de la cola”.

Cassandra Koenen, directora global de campañas para el World Animal Protection
Una nutria estresada se muerde la cola. Imagen de Aaron Gekoski para World Animal Protection.
¿Qué más encontró durante la investigación?

Durante nuestra extensa investigación para World Animal Protection, visitamos una comunidad de nutrias en Indonesia, varios cafés de nutrias en Japón, una nutria famosa en Tokio, poblaciones de nutrias salvajes en el centro de Singapur, mercados de mascotas exóticas en Yakarta y entrevistamos a un investigador encubierto que revela vínculos con la mafia japonesa.

“El comercio de nutrias como mascotas es una red comercial interconectada que involucra a granjeros, cazadores, recolectores, comerciantes, organismos encargados de hacer cumplir la ley y operadores de transporte. La explosión [de] nutrias famosas en las redes sociales impulsa la demanda de nutrias, lo que las convierte en un negocio lucrativo”.

Las nutrias pueden comer el 25 % de su peso corporal en un día. Como resultado, a menudo se les alimenta con comida para gatos, que no satisface sus necesidades nutricionales. Junto a esto, las nutrias muerden. Por lo que hemos visto, ¡no le desearía tener una nutria ni a mi peor enemigo!

Durante nuestra investigación se hizo evidente con bastante rapidez que las nutrias no son buenas mascotas. Pasamos tiempo con Komunitas Otters Indonesia (KOI), un grupo de propietarios de nutrias en Indonesia que reforzó esta creencia. “Tener una nutria es un gran compromiso. Tenemos un lema, que es el de las tres ‘B’, lo que significa que las nutrias son bau (malolientes), berisik (ruidosas) y, por supuesto, boros (una extravagancia)”.

Georgian Marcello, FUNDADOR DE KOI
Debido a la limpieza de los cursos de agua en Singapur, las nutrias volvieron a la ciudad y la gente disfruta mirándolas desde una distancia respetuosa. ¿Para acabar con el deseo de acariciar a las nutrias en los cafés se necesita quizás una combinación de restauración y educación?

Así es. Verlos en los alrededores ligeramente surrealistas del centro de Singapur ofreció un marcado contraste con los cafés de nutrias en Japón. Es uno de los pocos lugares donde es posible tener encuentros cercanos con nutrias, aunque habituales, en estado «salvaje». Sin embargo, como fotoperiodista que solo está allí para documentar el problema, no quiero especular sobre las posibles soluciones o comentar sobre la situación en Singapur. Quizás sea mejor dejar esto en manos de los expertos en nutrias.

Para las nutrias atrapadas dentro del comercio de mascotas, ¿hay alguna esperanza una vez que estén en cautiverio? ¿Hay programas de rescate y rehabilitación donde puedan aprender a vivir una vida más parecida a la de las nutrias salvajes?

Hay algunas organizaciones que están haciendo un gran trabajo rehabilitando nutrias, como Cikananga Wildlife Center en Indonesia. Ahí se les proporciona atención médica especializada y un amplio programa de rehabilitación. Luego, Cikananga trabaja con el gobierno para trasladar a los candidatos adecuados, que supervisarán cuidadosamente en el futuro. La rehabilitación de nutrias es un proceso extenso y costoso que requiere muchos recursos y habilidades especializadas. Dada la escala del comercio, solo un pequeño porcentaje de nutrias rescatadas llegará a centros como Cikananga.

También documenté unas crías que habían sido confiscadas en la aduana de Bali, donde los contrabandistas fueron atrapados tratando de traficarlas a Rusia. Luego, las autoridades enviaron a los bebés a un zoológico. Estas nutrias han pasado por situaciones muy duras: padres asesinados, robados de la naturaleza, empaquetados en una maleta para ser contrabandeados a Rusia, confiscados y luego enviados a vivir el resto de sus vidas en un zoológico. Fue una situación trágica y un microcosmos de los problemas que enfrentan estas carismáticas criaturas.

Entrevista e información de Mongabay. Imágenes de Aaron Gekoski.

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