Golpe de calor; cómo prevenirlo en perros y gatos

M.V.Z. Miguel Ángel López

Al igual que los humanos, los perros y los gatos también sufren por las altas temperaturas, y cuando éstas son extremas, pueden correr el riesgo de sufrir un golpe de calor incluso con más frecuencia que nosotros debido a que ellas no transpiran de la misma forma que el hombre. Los perros lo hacen a través de la boca por lo cual se les dificulta autorregular su temperatura. Los gatos, por otro lado, no pueden regular su temperatura corporal mediante el sudor ya que carecen de glándulas sudoríparas y se lamen constantemente; la saliva en su pelo es como un refrigerador ya que, al evaporarse, se reduce la temperatura corporal. Perros y gatos se refrescan a través de la respiración y el jadeo intercambiando el aire caliente de su interior por aire fresco del exterior, o también acostándose en superficies frías para refrescarse.

¿Cuándo sucede?

En los perros y gatos, el golpe de calor se presenta cuando no pueden expulsar más temperatura de la que generan o absorben, superando la temperatura corporal. Se presenta con mayor frecuencia en cachorros, en animales mayores o con problemas de peso, durante el verano y en lugares donde la temperatura es alta y se intensifica cuando hay un alto grado de humedad. En el caso de los perros, se debe prestar especial atención en las razas con hocico corto o chato, como Bóxer, Bulldog, Pug o Shih Tzu; en el caso de los felinos, hay más tendencia en los gatos Persa.

Para prevenirlo, se recomienda siempre tener abundante agua fresca a su disposición, no sacarlos en horas de calor intenso, sino de preferencia en la mañana o al atardecer y caminar por la sombra. Es importante evitar viajes en auto cuando hace calor, y si es necesario, nunca dejarlas encerradas en el coche ni por unos minutos. Si viven fuera de casa, hay que procurar que siempre haya un lugar sombreado y que nunca les falte agua fresca.

Síntomas del golpe de calor

Los síntomas de un golpe de calor en las mascotas son: temperatura mayor a 42°C; taquicardias; jadeo excesivo; lengua pegajosa, decolorada o muy oscura; tambaleo, debilidad; pérdida de conciencia; dificultad para moverse; diarrea; vómito; temblores y salivación abundante.

Si detectas alguno de los síntomas anteriores en tu mascota, lo que se recomienda hacer inmediatamente es refrescar su cuerpo mojándolas con agua fresca, no fría porque puede provocar hipotermia (temperatura corporal muy baja), o bien refrescar su cuerpo con trapos pequeños, no toallas, empapados. También ofréceles agua fresca y limpia para beber sin obligarla a hacerlo, o bien humedece su boca. Esto la ayudará a bajar su temperatura de forma gradual. Los perros liberan el calor por las almohadillas de las patas, por lo cual se deben dejar expuestas al aire fresco.

Es importante mantenerse tranquilos, pero también actuar rápida y eficientemente y acudir al veterinario para descartar posibles efectos secundarios que pudieran afectar al sistema nervioso central u otros órganos de su cuerpo.

Hay que recordar siempre tener una fuente disponible de alimento procesado de calidad Premium o Super Premium que promueva la salud y bienestar de nuestros perros y gatos. Recordemos que una mascota bien nutrida reacciona de una manera más positiva en cualquier situación que comprometa su salud.

Una mascota sana es una mascota feliz

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